En un auténtico “albazo” del Bienestar”, la 4T en el Congreso de Puebla arrebató los ayuntamientos de Chignahuapan y Venustiano Carranza a los candidatos electos Juan Lira Maldonado, alias “El Moco”, postulado por Fuerza por México (FXM) y el panista Marco Antonio Valencia Ávila.
La madrugada del 15 de octubre, sin haber sido notificados formalmente, Morena y sus aliados nombraron concejos ciudadanos en ambos municipios para hacerse cargo de los ayuntamientos tras haberse anulado las eleciones.
El Tribunal Electoral del Estado (TEEP) reveló que el Congreso actuó de forma unilateral, sin haber recibido la sentencia con la cual se revocaron los triunfos de “El Moco” y Valencia Ávila minutos antes de que rindieran protesta en el cargo.
En un informe que solicitó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el TEEP se deslindó de la designación de los consejos, pues confesó que cuando se hicieron no había notificado a las y los diputados de su resolución.
Esto echa por tierra lo afirmado por la presidenta de la Junta de Gobierno del Congreso y coordinadora de la bancada de Morena, Laura Artemisa Garcia Chávez, quien sostuvo ese día que la notificación llegó inmediatamente después de que acabó la sesión del tribunal, así que era válido conformar los concejos.
Al no contar con la notificación formal, Lira Maldonado y Valencia Ávila rindieron protesta como presidentes municipales, al mismo tiempo que el Congreso nombraba los consejos que los remplazarían mientras se organizaba la elección extraordinaria.
Por considerar que el TEEP y el poder Legislativo actuaron de forma ilegal, ambos excandidatos recurrieron al TEPJF, así que este pidió explicaciones al tribunal local para determinar la legalidad de la anulación y la validez de los concejos.