Tengo cien por ciento comprobado, a través de diversas fuentes de información, que el señor Enrique Peña Nieto sí está totalmente coludido en el caso Ayotzinapa. Es copartícipe de lo que sucedió, porque supo lo que había pasado y propició que se divulgaran mentiras, reveló la periodista Anabel Hernández.
En entrevista con Julio Astillero en su programa de Youtube, Hernández dijo que “si bien no puedo asegurar hasta ahora de que él sabía en ese momento lo que estaba pasando o que ordenó lo que estaba pasando, sí supo después lo que realmente había pasado y apoyó, ayudó, propició que se dijeran mentiras a la sociedad, que se manipulara la indagatoria y que se desviara la justicia y la verdad. Y eso como mandatario no sólo tiene un costo político y moral, sino también judicial porque los funcionarios públicos en México pueden ser juzgados por omisión o por participación. Y en este caso fue muy omiso en dar justicia y fue bastante activo y partícipe en desviar la investigación, porque él sí sabía”, insistió la periodista.
“”Tengo información del visitador de la PGR que descubrió la manipulación, las torturas. Él entregó un informe a Arely Gómez ( en ese momento procuradora tras la renuncia de Jesús Murill Karam), quien le llevó a Peña Nieto con todos los detalles y soporte legal de qué se tenía que hacer y quiénes eran los responsables (…) Peña Nieto respondió: no. Ese informe de (César) Chávez Flores tenía que llegar en agosto de 2016 a los padres de familia. Ese había sido el compromiso de Peña Nieto. Cuando el presidente leyó el documento, hace cuatro años, dijo que no, que ese informe no podía ser entregado a los padres de familia” y pidió que se quitaran las imputaciones a Zerón y otros funcionarios públicos, añadió la periodista.
Reveló que César Chávez Flores se negó a cambiar el informe y entonces fue amenazado de muerte, por lo que finalmente decidió renunciar “y no prestarse a ese juego perverso”, dijo.
Anabel Hernández consideró que la posible captura de Tomás Zerón de Lucio por su participación en el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa “sería una detención clave” para llegar a la verdad de lo que sucedió aquella noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
“Si alguien tenía el rompecabezas completo de todo lo que había sucedido ahí, esa noche en Iguala en tiempo real, y que pudo tener toda la capacidad de maniobra en los días subsecuentes para para poder maquillar, para poder desvirtuar, para poder manipular todas las pruebas, testimonios y dar esta mentirosa verdad histórica, es justamente el señor Tomás Zerón”, dijo la autora de La verdadera noche de Iguala.
Sin embargo, consideró que sólo sería el comienzo para hacer justicia, porque también se debe apresar a todos los elementos de la Marina y de la Policía Federal involucrados, además de los efectivos de la Policía Federal Ministerial que participaron en las brutales torturas que derivaron en los testimonios sobre los que se construyó la llamada “verdad histórica”.
“Yo creo que no solo se debe detener al señor Tomás Zerón. Se debe detener a todos los elementos de la Marina, a todos los elementos de la Policía Federal, ya hay algunos, pero faltan muchos más; a todos los elementos de la Policía Federal Ministerial que participaron en las brutales torturas practicadas a muchos de los detenidos en aquel momento cuyas torturas originaron testimonios falsos con los que se creó la verdad histórica y que después esas mismas torturas fueron la justificación de los jueces, para liberar a muchas personas que tal vez tendrían más información que haber dado o más colaboración”.
Y continuó “Tomás Zerón es una pieza clave porque él podrá decir quién le ordenó, porque no es que él no se mandaba solo. Alguien le tuvo que haber ordenado que maquillara la verdad. Para maquillar la verdad hay una cosa fundamental: tienes que conocer primero cuál es la verdad”, aseguró.
” (…) Lo de Tomás Zerón sería apenas el comienzo, no el fin. Porque no olvidemos también a los militares que participaron directamente, que estuvieron presentes en diversas horas del ataque a los normalistas, tenían el dominio total de la ciudad, porque si bien es cierto que estaban la policía municipal, la policía estatal, estaba una base de operaciones de la policía federal que también tomó control total de la ciudad junto con el Ejército mexicano”, destacó.
“No sólo habría que llamar al entonces Coronel que estaba encargado del 27 Batallón de Infantería, tendrían que girarse también órdenes de detención contra el Capitán José Martínez Crespo que él directamente también participó en los hechos, que su gente estuvo presente ahí durante el ataque y solapando, protegiendo incluso disparando, de acuerdo a las informaciones de los propios vecinos”, señaló.
Pero además, dijo la periodista, tendría que llamarse a declarar a Omar García Harfuch, quien era en ese momento el Comisionado Estatal de la Policía Federal en Guerrero. “En ese momento recibía las tarjetas de información que se generaban desde la base de la policía en Iguala. Sabiendo además que en ese estado había este cultivo de amapola de donde se extraer la heroína, tolerando a estas bandas del crimen organizado desde las medianas como Guerreros Unidos hasta las grandes como Cártel de Los Beltrán Leyva que tenía hegemonía en la zona… El señor Omar García Harfuch tendría que ser llamado a investigación por la serie de inconsistencias, por la falta de verdad de lo que él ha señalado sobre su actuación en esos días”, señaló.
“Después de pasar de la Coordinación Estatal de la Policía federal en Igual y ser de alguna parte copartícipe de los hechos, es él el sucesor de Tomas Zerón, y es él, Omar García Harfuch, quien de 2016 en adelante, los dos últimos años del sexenio de Enrique Peña Nieto, mantuvo la verdad histórica, él protegió. Él como responsable de la Agencia de Investigación Criminal, si hubiera sido un hombre recto, si hubiera sido un héroe, como la campaña mediática (que hay) para convertirlo en un héroe… Un héroe se hubiera levantado y dicho ‘el señor Tomás Zerón que fue mi predecesor, hizo mal’ y giro yo una orden de aprehensión y no esperarnos hasta ahora”, añadió.
La periodista consideró que el problema es que mucho de los actores que participaron en los hechos de aquel entonces, siguen teniendo injerencia de una u otra manera en el nuevo gobierno “y debo decir que no sería correcto que el señor Tomás Zerón cargue con todos los muertos y desaparecidos de esa noche, me parece que hay mucha corresponsabilidad en muchos otros autores y no queremos un nuevo chivo expiatorio”. insistió.
A pregunta expresa de si le da confianza la Fiscalía General de la República (FGR) a cargo de Alejandro Gertz Manero, la periodista consideró que en el gobierno existen algunos contrapesos como el caso de Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, con quien, dijo, ha sostenido conversaciones informales ” y que de acuerdo a mi percepción, sí está interesado en que este caso se resuelva”, señaló.
Insistió en que la confianza se gana no se da de antemano “yo recuerdo todavía que el año pasado todavía Tomás Zerón se acercaba a la Fiscalía y a otras dependencias del gobierno como la Secretaría de Gobernación diciendo ‘yo quiero colaborar, yo aquí estoy’ y bueno, se les fugó en sus narices.. ¿cómo sucedió eso? bueno, pues habría que preguntarles a los responsables de que no se les escapara. Bueno, pues ahí alguien es corresponsable y sería bueno saber quién es porque ha provocado una dilación en la justicia (…) hasta no ver resultados más concretos no se puede cantar victoria”, puntualizó.