En un país con una rica tradición literaria, el reciente estudio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) ha revelado una tendencia preocupante: la disminución de los hábitos de lectura en México. Desde 2015 hasta 2024, la proporción de personas que se sumergen en algún material impreso o digital ha caído más del 14%, pasando del 84.2% al 69.6%.
Este declive no discrimina por edades; afecta tanto a los niños y jóvenes como a los adultos, generando inquietud entre los expertos en educación y cultura. Ulises Adame, Subsecretario de Educación en La Laguna de Durango, reconoce la necesidad urgente de abordar este desafío, especialmente ante el déficit en competencias básicas como matemáticas y comprensión lectora.
En este contexto, Sandra Ríos, Mediadora de Salas de Lectura, destaca el crucial papel de los padres en la promoción del hábito de la lectura en sus hijos. “La lectura por placer son los cuentos. Si en mi casa no hay cuentos para mis niños, mis niños no van a leer. Y si yo como adulto no leo, mis niños no van a leer”, subraya Ríos.
Aunque el estudio del INEGI muestra un ligero repunte del 1.1% en la población lectora de 2023 a 2024, este incremento no compensa la disminución general observada en la última década.
En cuanto al número de libros leídos por año, las cifras son desalentadoras, con un promedio de 3.2 libros en 2024, una cifra inferior a los 3.6 libros leídos en 2023.
Ante esta realidad, expertos y autoridades hacen un llamado a la acción para revitalizar la pasión por la lectura en todos los estratos de la sociedad. La promoción de la lectura se erige como un pilar fundamental en la mejora de la calidad educativa y el enriquecimiento cultural del país.
Es esencial implementar estrategias que incentiven la lectura desde la infancia, garantizando el acceso a libros de calidad y fomentando el gusto por la exploración literaria. Además, es crucial involucrar a las familias y comunidades en este esfuerzo, creando espacios de lectura compartidos y promoviendo actividades que celebren el valor de los libros.
Revivir el amor por la lectura en México demanda un esfuerzo colectivo. Solo a través de un compromiso firme y sostenido con la promoción de la lectura, podremos cultivar una sociedad más informada, crítica y creativa, donde los libros sean una fuente inagotable de inspiración y conocimiento.