En 2018, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se postuló por tercera vez a la presidencia de México, y uno de sus estandartes de campaña fue la promesa de resolver el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. Casi diez años después de aquella trágica noche del 26 de septiembre de 2014, esa promesa sigue sin cumplirse. Tres padres de los estudiantes han fallecido sin saber el paradero de sus hijos, dejando una herida abierta en la memoria colectiva del país.
Vidulfo Rosales, abogado de las familias, ha denunciado que la investigación se estancó una vez que empezó a centrarse en el ejército. A lo largo del sexenio de AMLO, la relación entre el presidente y los padres de los normalistas se deterioró, llevándolos a manifestarse durante el periodo de campañas, exigiendo justicia y transparencia. López Obrador, en varias ocasiones, advirtió a los padres que no politizaran el caso, sugiriendo que su lucha podría dañar la campaña de Claudia Sheinbaum, la presidenta electa.
Con el próximo cambio de gobierno, las familias de los 43 esperan que Claudia Sheinbaum asuma un compromiso real con el caso. Sin embargo, hasta ahora, Sheinbaum no ha mostrado el mismo nivel de compromiso que AMLO. Hoy, habrá una reunión entre los padres de los normalistas y la presidencia, buscando que el caso Ayotzinapa esté en la agenda de gobierno y que la investigación avance con mayor velocidad.
La noche del 26 de septiembre de 2014, 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa fueron desaparecidos en Iguala, Guerrero. Este incidente involucró a la policía municipal, estatal y elementos del Ejército Mexicano, además de contar con la vigilancia del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) y la Policía Federal. Nueve personas murieron y 27 resultaron heridas, incluyendo periodistas y pobladores de Iguala. Desde entonces, las familias han luchado por justicia y transparencia.