La senadora opositora, de opiniones tajantes, asegura que seguirá subiendo el tono frente al Gobierno y que estará “al pie del cañón” para derrotar a Morena en las próximas presidenciales
Antes de comenzar la entrevista pide un momento. Saca de su bolso maquillaje y un peine, y se prepara. No lo necesita, está impecable, pero es el reflejo de más de 15 años al frente de las cámaras de televisión. “Ahora sí”, comienza a hablar.
La senadora Lilly Téllez (Hermosillo, 54 años) ha emergido estos días entre las figuras más populares de una apagada oposición. Si no aparece todas las semanas en la prensa por sus declaraciones en la Cámara alta, lo hace en la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando este se dispone a pelear con sus opositores. Eran del mismo equipo hasta que en 2020 Téllez dejó la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido de Gobierno, para unirse a las filas del opositor Partido Acción Nacional (PAN). Fue periodista casi toda su vida, y la mayoría de los mexicanos le conoció antes por las cámaras de TV Azteca que por la política. Recién en 2018 tuvo su primera elección —y la ganó— como senadora por el Estado de Sonora. Admite que va poco por allí, “por el contexto político adverso” que hay tras el triunfo de Alfonso Durazo a la gubernatura y por “el pacto que tiene Morena con el crimen organizado”.
Pregunta. ¿Le da miedo ir a Sonora por el crimen organizado?
Respuesta. Miedo no. Yo soy sobreviviente de un atentado, entonces tengo que tener cautela. Las cosas en términos de entrega del territorio al crimen organizado están peor que nunca.
P. ¿En qué ha cambiado el México de su atentado al México de hoy?
R. Se van a cumplir 22 años del atentado. Cuando me mandaron a matar faltaban tres semanas para la elección en el país y López Obrador estaba jugando para Ciudad de México; ganó por menos votos de lo que tenía previsto a raíz de mi atentado, la gente le atribuyó al gobierno de izquierda [del PRD] lo que me habían hecho porque yo había estado denunciándolos por corruptos. Lo que ha cambiado es que ese grupo miserable ahora tiene todo el poder y está exponiendo la verdadera cara con un recrudecimiento de los problemas en todos los ámbitos.
P. Pero en algún momento usted decidió ser parte de ese equipo. ¿Cómo pasó?
R. Me invitó López Obrador cuando era candidato. Yo nunca he sido de izquierda, pero él quería probar que los que pensamos distinto podíamos caber en su movimiento y se presentó como un hombre moderado. Me estuvieron insistiendo, tres veces dije que no. Obviamente puse condiciones, como no afiliarme a Morena, y me invitaron como una candidata externa. Y cuando llegó al poder, supe que lo de su presentación como una persona equilibrada era una campaña dentro de la campaña. Lo que me correspondía era no sólo denunciarlo, sino declararle la guerra, así que dejé la bancada y me uní al PAN porque es quien está haciendo oposición.
P. Como periodista denunció la corrupción de funcionarios cercanos a López Obrador y aún así decidió sumarse pensando que iban a luchar contra la corrupción…
R. Le creí a López Obrador que él había cambiado. Claro que los que estaban en aquel momento ya no estaban jugando [en 2018], y al que yo denuncié por corrupto [Samuel del Villar] ya murió y creo que está en el infierno.
P. ¿Se arrepiente?
R. No me va a a alcanzar la vida para terminar de arrepentirme.
P. ¿Qué fue lo que provocó su ruptura definitiva con Morena?
R. El saludo a la mamá del Chapo, ese es un parteaguas en la historia de nuestro país. Él se acercó a ella en una forma servil, sonriendo, es un insulto. El presidente de la República entregó la plaza al crimen organizado para acceder al poder, que era justo lo que no queríamos que pasara. Queríamos que se acotara esa plaza y lo que hizo y sigue haciendo es no hacer nada contra ellos.
P. ¿Su posición con respecto al aborto sumó a la ruptura con Morena?
R. No, yo respeto a quienes tengan otras opiniones y a mí me gusta que también se me respete.
P. ¿Mantiene su postura en cuanto al aborto?
R. Sí, es una cuestión de principios.
P. El prohibicionismo del aborto enfrenta una realidad que es la de las mujeres mexicanas que siguen muriendo por prácticas inseguras de interrupción del embarazo. ¿Cómo se soluciona eso?
R. No tengo idea ahorita cómo se solucione algo así, pero lo que hemos estado promoviendo son ayudas a las embarazadas que no quieren a sus bebés, para que los puedan tener en condiciones favorables y darlos en adopción. Hay muchas parejas que están buscando adoptar y es particularmente difícil en México.
P. ¿Se considera feminista?
R. Feminista tiene muchas acepciones. Si feminista es ser consciente de que una mujer tiene todo el derecho a la libertad y a ejercerla como quiera, sí. El empoderamiento de la mujer no viene con cargos ni de lo externo, viene de dentro, de la libertad y la dignidad para hacerse respetar y para caminar por donde quiera, en sentido literal y figurado. Es una actitud propia de no ser víctima, de no dejarse maltratar, sobre todo en un país tan machista como este.
P. ¿En algún momento de su carrera sintió que la encasillaban como la chica guapa?
R. Sí. Era una forma de hacer menos a una mujer, ‘¡es que es joven, es que es guapa!’. Pero yo me vestía de una forma exageradamente seria para darle seriedad a mi trabajo, eran otros tiempos y afortunadamente pude abrirme camino con mi trabajo periodístico.
P. ¿Se ha vuelto más de derecha con el tiempo?
R. No, a mí no me gusta usar los términos izquierda y derecha, aquí en México tampoco es algo trascendente. Yo quiero un país que tenga seguridad, donde haya capacidad de las personas de salir de la pobreza. Más que izquierdas o derechas, quiero un país próspero y libre. Que no haya estos niveles de corrupción, que no sea uno de los países con los niveles más altos de crimen, voy contra el estatismo, quiero menos Estado y más sociedad. Cómo me califiquen no me quita el sueño. Esta democracia tiene que crecer y estamos viendo un retroceso que nos deja a todos como si fuéramos vasallos. Si López Obrador hubiese dicho en campaña que iba a hacer lo que está haciendo no hubiera ganado. Lo digo yo que hice campaña junto a él y ofrecía algo distinto a esto.
P. En estos tres años, ¿qué cree que ha hecho bien López Obrador?
R. No sé, me lo he estado preguntando. Si acaso lo de las pensiones, pero lo que haya hecho bien queda anulado frente al golpe que le ha dado a la República, frente al sometimiento en el que quiere tener a los otros dos poderes, al Legislativo y al Judicial.
P. Sus intervenciones en las últimas semanas, contra la senadora Citlalli Hernández o el presidente, han sido un poco subidas de tono, contenían violencia. En un país como este, en el que la violencia se normaliza, ¿no cree que debería bajar el tono de la discusión para debatir lo que importa?
R. El problema es que estamos frente a una bola de léperos, en su acepción de personas vulgares que no tienen respeto por el diálogo o las reglas. Si estuviéramos hablando de amabilidad y diálogo con personas que no tienen otra intención más que arrebatar por la mala los recursos del Estado, estarían muriéndose de risa. Por lo menos así la población puede entender la gravedad de lo que están haciendo. Tenemos que subir el tono y explicarle a la gente cómo están violando la Constitución. Que tenemos que llegar a una reconciliación es evidente, pero primero hay que hacer contención. Para poder llegar a una reconciliación estas personas tienen que respetar el juego democrático y las instituciones.
P. Se habló de su destape como candidata a la presidencia por el PAN para 2024. ¿Está pensando en la campaña?
R. No. El PAN me ha tratado muy bien y me voy a afiliar, pero no se ha hablado de si quiero la candidatura. Simplemente aparezco en las encuestas y yo no pongo dinero ahí, ni en mis redes sociales, ni tengo un equipo de asesores. No sé qué vaya a venir. Pero si se da la circunstancia de que toda la oposición se una y se tuviera que pelear contra [la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia] Sheinbaum o contra otra persona que pusiera el presidente, pues yo voy a estar al pie del cañón.
Es reportera en la redacción de México y cubre actualmente la cartera de política. Por ser argentina, también colabora en la cobertura de ese país. Antes de entrar al periódico, trabajó en radio y televisión en Argentina.