México reporta datos inéditos: supera el millón y medio de contagios, con 16.105 casos más que los comunicados el día anterior, y 133.204 muertes acumuladas, 1.135 más. La letalidad se sitúa en el 6%
El mundo alcanza otra cima de contagios y muertes por la covid-19. México, también. La Organización Mundial de la Salud ha alertado este fin de semana del avance imparable de la epidemia, que ha experimentado un repunte de un 6% de casos, con el continente americano en cabeza y Estados Unidos como el país más afectado. Este sábado se registraron en el mundo 15.000 muertes, una cifra antes desconocida. México también reportó datos inéditos, superando el millón y medio de contagios, con 16.105 casos más que los comunicados el día anterior, y 133.204 muertes acumuladas, 1.135 más. La letalidad está situada en un 6%.
La pandemia ha tomado velocidad justo cuando el mundo acoge esperanzado las vacunas que ya se están aplicando a la población. En México han recibido su dosis por el momento 74.794 personas del ámbito sanitario, la mayoría encargados de combatir la enfermedad, que está saturando los hospitales, sobre todo en la capital y el Estado de México. Estos centros sanitarios presentan una ocupación de camas destinadas a pacientes con covid entre el 82% y el 85%, una cifra media que no deja ver el drama que ya se vive en alguno de los hospitales, donde las ambulancias guardan fila a la espera de que sus clientes puedan ser atendidos, donde se está dando de alta a afectados que aún no han acabado de recuperarse para hacer sitio a otros más graves y donde a algunos les alcanza la muerte sentados aún en la silla de ruedas para desesperación de médicos y enfermeras.
Las carencias de equipamiento también persisten. Esta misma semana murió un médico pasante en un hospital de Ecatepec. Sus compañeros denunciaron que no contaba con la protección adecuada frente a la enfermedad y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) retiró a todos sus estudiantes del centro sanitario. Además, se hizo un llamado para desvelar estas situaciones allá donde se den. La universidad advirtió de que no habría residentes donde no se cumplan las condiciones necesarias.
La zona metropolitana del valle de México ya decretó hace semanas la vuelta al semáforo rojo, a la vista de la saturación hospitalaria y de las fiestas decembrinas, plagadas de reuniones y celebraciones masivas que nada bueno auguraban. Se cerraron de nuevo los negocios no imprescindibles, con una quiebra económica que se ha hecho sentir al no contar con las ganancias navideñas. La medida, prevista hasta este domingo, se va a prolongar, dada la situación de contagios y decesos que sigue viviendo la zona, donde viven alrededor de 23 millones de personas. “En el pico más alto [de la pandemia] sería muy difícil regresar a una situación de apertura”, ha dicho la jefa de Gobierno de la ciudad, Claudia Sheinbaum.
“La ciudad está en su máximo nivel de hospitalización. No es momento de ir a espacios cerrados”, ha añadido Sheinbaum. La jefa de Gobierno ha lamentado el cierre de los restaurantes, a quienes se les ha liberado del impuesto sobre nómina para aliviar su crisis. Además, la ciudad está haciendo un esfuerzo para ampliar la capacidad hospitalaria con decenas de camas más. Además se ha establecido un convenio con una empresa suministradora de tanques de oxígeno para facilitar la recuperación en casa si coste adicional.
La crisis no se prevé corta. Prueba de ello es el decreto de la Secretaría de la Función Pública emitido el viernes en el que se prolonga el trabajo en casa de los empleados públicos hasta finalizar abril, en un esfuerzo más para evitar contagios. Algunos servidores públicos están recibiendo capacitación para trabajar en casa y se están digitalizando documentos que lo permitan. Cuando sea imposible prestar el servicio desde casa se podrá ir a las oficinas de forma escalonada y atendiendo a las medias sanitarias establecidas, según el oficio firmado por la titular de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval.
Vía: El País / CARMEN MORÁN BREÑA