Peña Nieto advierte que López Obrador se encamina a quitarle el registro al PRI
La conexión con la orden de aprehensión contra Videgaray. La pelea por el mismo público. Los favores del ex canciller.
En las últimas horas Enrique Peña Nieto se comunicó desde España con dos gobernadores del PRI. Además de comentar el rumbo de la elección en Estados Unidos (cuentan los interlocutores que hay cierta satisfacción en el mexiquense ante la probable debacle de Donald Trump) el panorama nacional que ofrece el ex presidente es inquietante. Según su análisis, la orden de aprehensión contra Luis Videgaray, las declaraciones de Lozoya y la aparición de un testigo clave en la estafa maestra, son movimientos que van todos en el mismo sentido: quitarle el registro al PRI de cara a las elecciones del 2021.
Una jugada de alto riesgo pero que, según el ex presidente, Andrés Manuel López Obrador ya tiene las herramientas para ejecutar: un periplo de escándalos judiciales y el control del Trife y el INE.
Es un dato que flota en el aire de los conciliábulos más reducidos. Vicente Fox se lo dijo a algunos actores del panismo la semana pasada. También cree que el PRI podría tener problemas legales para su participación en la intermedia.
Peña Nieto no cree que López Obrador llegue al punto de suspender al tricolor pero sí da por descontado que el presidente, en su momento, jugará esa carta ante Alejandro Moreno Cárdenas.
El análisis viene a sugerir que si el PRI hiciera un buen desempeño podría conquistar hasta 80 distritos federales el año que viene y que sería en su gran mayoría de Morena. Algo que la 4T no se puede permitir. La reflexión da paso a otra realidad: el PAN es el rival dialéctico del presidente, “los conservadores”, pero el verdadero competidor del voto moreno es el PRI. Gobierno y partido se disputan la misma audiencia.
El toque a Videgaray, de momento solo es eso, genera temor en actores de la pasada administración porque el ex canciller ha cooperado con la 4T en cuanto le han pedido. Ha ayudado a la embajadora Martha Bárcena debido a su nulo conocimiento de los círculos de poder en Washington, ha colaborado con Marcelo Ebrard y ofició asuntos reservados con Jared Kushner y Bernardo Gómez, mandamás de Televisa. Nada parece ser suficiente.
