Los encarcelamientos del Auditor Francisco Romero y del Maestro Arechiga, por parte del gobernador Barbosa son un momento esclarecedor.
Desde que llegó al poder en una segunda elección, luego de ser derrotado en las urnas y en el poder judicial electoral, inició una persecución muy alejada de la justicia y muy cercana a la venganza.
Varios políticos y lideres de oposición han tratado de cooperar, acomodarse o negociar con él. Pero siempre se anteponen los conceptos de destrucción sobre políticos que, según él, lo han traicionado y agraviado, y por lo tanto merecen la persecución y la cárcel.
A pesar del manotazo de ‘autoridad’ que dio para encarcelar a Romero y Arechiga, Barbosa logró mostrar su verdadero rostro.
Un manotazo enérgico pero lleno de temores porque el estado se esta descontrolando
A lo largo de su mandato, el gobernador ha carecido de apoyo público.
Salvo el de la prensa cómoda y pagada que dejará de hacerlo cuando deje de alimentarlos.
La carencia de obra y acciones sociales lo han ubicado entre los peores gobernantes del país.
Aunque las encuestadoras pagadas desde el poder tienen #Otro$Dato$
Durante meses, estuvo buscando la manera de encarcelar al Auditor, lo espió, lo investigó y armó el andamiaje jurídico para destituirlo y llevarlo al CERESO, luego vino el Maestro Arechiga.
Con esto abrió algunos frentes.
Hoy el gobernador no tiene los mismos enemigos que la semana pasada.
Lo que sin duda lo tiene sin cuidado, aunque no debiera.
En los regímenes autoritarios personalistas, donde el poder se concentra en manos de un individuo, el líder rara vez es cuestionado, incluso cuando experimenta la derrota (caso UDLAP). Eso se debe a que la oposición es débil y fácil de corromper.
Por el momento los enemigos del gobernador han captado el mensaje: temen persecución y la cárcel; algunos temen que los dañen de otro modo.
Existe un pequeño cuarto de guerra en que se da seguimiento a las redes sociales de enemigos y empleados del sistema: Desde ahí se atacan a las personas que atacan al gobierno del estado.
Un gobernador no esta exento de cometer errores, pero sus probabilidades aumentan cuando se rodean de personas que solo les dicen lo que quieren escuchar y ocultan las malas noticias.
Lo que viene.
Hace unas semanas el gobernador anunció la visita del presidente para el desfile del 5 de mayo.
¿Qué veremos ahí?
¿Quiénes estarán en el templete?
¿Quién palomeará la lista de invitados?
¿Influirán los resultados sobre la revocación de mandato que entregue el gobernador y de la que Eric Cotoñeto es responsable?
¿Qué pasará si los resultados no son los esperados?
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