Escribe: Adán Morales.
El gobernador Luis Miguel Barbosa lleva prisa, le urge tender puentes, ganar aliados y mandar mensajes de paz.
A la presidenta municipal Claudia Rivera le apresura una reinterpretación de la historia. Y es que el pasado señala que el gobernador no la tiene en sus afectos. No es casual que la alcaldesa haya acudido a CDMX y horas después se reúna con el gobernador.
La reunión se da justo cuando el estado convulsiona en materia de seguridad y de política.
Justo cuando se necesita mostrar fuerza electoral y cambiar de estrategia.
- Los muertos aparecen a diario: embolsados, en cajas, abandonados en terrenos…
- Los desaparecidos siguen a la alza (aunque hay quien tiene otros datos)
- Los asaltos se han extendido: Transporte, bancos, restaurantes…
- La gente empieza a tomarse justicia por su propia mano.
- El Rector de la BUAP ha decidido desafiar abiertamente al gobernador.
- Un Grupo de regidores ha decidido enfrentar a la Presidenta municipal.
Los resultados de la reunión seguramente no cambiaran todo lo anterior. Y es que el resentimiento social en contra de MORENA, del gobernador y de los alcaldes (de cualquier partido) crece a diario y cobrará la factura en las elecciones que vienen.
Barbosa y Claudia han dado el primer paso, sentarse en público y por supuesto pactar la no agresión, la duda impone ¿A cambio de qué?
En su tuiter la alcaldesa señaló:
‘Esta tarde me reuní con @MBarbosaMX en mesa de trabajo para evaluar estrategias conjuntas de seguridad y pacificación. En los próximos días daremos a conocer uno de los grandes proyectos de gobierno que hemos trabajado en conjunto por la #4T. Esta transformación nada la para’
Esta tarde me reuní con @MBarbosaMX en mesa de trabajo para evaluar estrategias conjuntas de seguridad y pacificación. En los próximos días daremos a conocer uno de los grandes proyectos de gobierno que hemos trabajado en conjunto por la #4T. Esta transformación nada la para. pic.twitter.com/AVkpMQkcV1
— Claudia Rivera Vivanco (@RiveraVivanco_) January 25, 2020
En los días que vienen se conocerán los resultados de la reunión.
¿Qué incluirá la estrategia de seguridad y pacificación, acaso la salida de Lourdes Rosales, más patrullas, más policías?
¿Los regidores del G7 bajaran la guardia?
¿La prensa ‘oficial’ verá un mundo de caramelo en el municipio y verá el gran ladrón que habita en el Carolino del Tío Poncho?
¿Los muertos serán menos, los desaparecidos: también?
¿La gente dejará de linchar a los ladrones que atrape?
La reunión llega tarde y es que tanto el gobernador como la alcaldesa sufren una crisis al interior de sus equipos que poco abona a la credibilidad.
La lucha intestina en el gobierno estatal parte de los rumores de la mala salud del gobernador. Los demonios de la rumorología se han desatado.
En el Ayuntamiento las cosas no son diferentes, la lucha se da a partir de que la alcaldesa se niega a hacer ajustes y el equipo de primera línea sigue dividido (O quizás nunca existió tal equipo) La intriga y los golpes bajos habitan en los pasillos del Palacio.
La imagen de Barbosa va cayendo, la alcaldesa ha realizado un trabajo de contención, pero sin lograr repuntar.
Por lo pronto hoy disfrute de las columnas que señalen que la reunión Barbosa-Claudia Rivera, es un gran acierto político.
Reescribir la historia solo convencerá a algunos cuantos y es que en estos tiempos en donde la información corre velozmente, lo que se juzga es la realidad.
Mi cuenta en tuiter: @adangio
