La agenda del trienio de Eduardo Rivera Pérez se marcó la noche de anoche, por mayoría de votos el Cabildo de Puebla aprobó cobrar a la ciudadanía una tarifa fija por el Derecho de Alumbrado Público (DAP), con el cual se pretende recaudar más de 149 millones de pesos en 2022.
Y aunque en el discurso oficial se diga que la intención de cobrar por el servicio de alumbrado público es llevar a cabo políticas para aliviar la pobreza, mejorar las condiciones educativas, de salud, de infraestructura y seguridad; La percepción es otra y tiene que ver con la construcción de su candidatura a la gubernatura en el 2024.
Eduardo Rivera Pérez ha empezado a dividir a los poblanos.
La estrategia mediática de la empatía con el pueblo y ser un alcalde trabajador que un día aparece podando jardines y otro tapando baches, empieza a parecer más una pose que una actitud real. Como truco es bueno.
La maniobra legal de anoche a través de los regidores de la Comisión de Patrimonio y Hacienda Pública Municipal para modificar la Ley de ingresos y el Código Fiscal municipal, fue ingeniosa y de aprobarse por el Congreso le dará mucho dinero.
Será en unos días que el Congreso decida si le da luz verde a la determinación del cabildo.
Pero los diputados no se mandan solos y deberán recibir la señal del gobernador Barbosa.
Un gobernador que se encuentra a la mitad de su mandato y en la plenitud del poder.
Un gobernador que para nada oculta que el alcalde poblano podría ser su sucesor.
Un gobernador que encontró un candidato en la oposición.
El alcalde poblano también tiene la posibilidad de hacerse de más dinero endeudando al municipio ¿Resistirá la tentación? Y es que para construir una gubernatura no hay dinero que alcance.
Los días que vienen para Eduardo Rivera no serán fáciles.
¿Cuál será el costo de venderle su alma al diablo?
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