Escribe: Adán Morales
Una nueva normalidad será lo que venga cuando las autoridades levanten el confinamiento.
Y es que el COVID19 no desaparecerá por decreto, seguirán existiendo positivos, habrá decesos, los lugares en donde se concentre la gente darán pavor y un estornudo causará terror.
Los médicos seguirán siendo héroes sin equipamiento y los gobiernos tendrán dificultades para implementar políticas públicas de acorde a los nuevos tiempos.
No habrá actividad que no transforme su modo de operar.
La creatividad será fundamental para superar la crisis de salud y económica que atravesamos y durará un buen tiempo.
Nuevas formas de hacer las cosas.
Los cines tendrán que buscar nuevas manera de proyectar sus películas.
El sector turístico: hoteles y restaurantes, tendrán que idear la forma de atender a los consumidores.
El transporte deberá ser regulado.
El sector educativo deberá implementar un nuevo modelo de clases que no ponga en riesgo la salud de alumnos y maestros.
Las industrias del teatro, deportivas, musicales… deberán dar un giro significativo y es que es necesario evitar las concentraciones masivas de personas.
La actividad bancaria deberá implementar nuevas medidas en las sucursales.
El uso del efectivo tendrá que irse restringiendo.
La manera de comprar la despensa en el súper y en los mercados cambiará.
El poder judicial habrá de implementar las tecnologías en sus procedimientos.
Los congresos deberán transformar la forma de sesionar y urge se apliquen para crear leyes que correspondan a estos nuevos tiempos.
El INE y los órganos electorales estatales deben implementar nuevas medidas para los tiempos electorales.
Los tianguis deberán sujetarse a nuevas medidas de control.
Es decir #SusanaDistancia llegó para quedarse al menos un buen rato.
El tiempo apremia y es que la sociedad no puede parar.
A estas alturas mucha gente ha perdido su empleo, los emprendedores ven como su negocio se hunde conforme pasan los días, los empresarios hacen recortes, el crimen avanza y se fortalece en varias zonas regalando comida a la población, el comercio informal colapsa, los gobernadores acusan el abandono del gobierno federal y los médicos se dicen abandonados a su suerte.
Sin duda el COVID19 llegó para cambiar el mundo. Es peligroso y no por él mismo, sino por la paciencia de los que deben tomar decisiones rápidas y efectivas.
