El Instituto Tecnológico Superior de San Martín Texmelucan (ITSSMT) vive una de las crisis más graves en su historia reciente. Desde finales de septiembre, las actividades académicas permanecen suspendidas por un paro estudiantil y docente que exige la destitución de la directora, Dulce María Reyes Quiroz, así como la reinstalación de profesores despedidos presuntamente sin causa justificada.
Dulce María Reyes Quiroz asumió la dirección del ITSSMT en marzo de 2025, Lic. En Gestión y Administración Pública, con cédula 14528987, se carece de evidencia probada sobre experiencia profesional y académica, como se establece en el artículo 12 del decreto de creación de la Institución, establecido en el numeral IV, que a la letra dice “Contar con la experiencia y prestifgio profesional y académico”. De lo que si se tiene evidencia es su larga trayectoria Política.
Desde su llegada, diversos sectores internos han cuestionado la forma en que se han tomado decisiones sobre contrataciones, cambios de personal y manejo de recursos. Aunque no existe un pronunciamiento oficial de la funcionaria ante los medios, en su entorno se argumenta que los despidos obedecen a “reajustes administrativos” y que el paro responde a “intereses externos”.
A casi tres semanas del inicio del paro, el conflicto ha escalado de la protesta académica a un problema institucional con implicaciones legales, laborales y de seguridad. Las y los estudiantes, respaldados por parte del personal docente, han denunciado irregularidades administrativas, hostigamientos y decisiones arbitrarias en la gestión actual.
El movimiento comenzó el 24 de septiembre, cuando estudiantes ocuparon el plantel e hicieron público un pliego petitorio que incluye cinco exigencias principales:
1. Destitución inmediata de la directora, a quien acusan de prácticas autoritarias y falta de transparencia.
2. Reinstalación de docentes despedidos durante los últimos meses sin previo procedimiento.
3. Asignación de profesores con perfil académico adecuado, ante denuncias de materias impartidas por personal sin formación específica.
4. Auditoría administrativa y financiera, con publicación pública de resultados.
5. Garantías de seguridad y no represalias para quienes participan en el paro.
Según los manifestantes, la dirección del plantel ha mostrado cerrazón al diálogo y ha respondido con medidas administrativas y presiones indirectas.
“Lo que pedimos no es un capricho: queremos clases con calidad, respeto a nuestros maestros y transparencia en el manejo de la institución”, afirmó uno de los voceros del movimiento estudiantil durante una conferencia realizada frente a la entrada principal del campus.
El conflicto alcanzó un punto crítico cuando la vivienda de Alfonso Santiago, uno de los líderes del movimiento, fue atacada con disparos. Las y los estudiantes interpretaron el hecho como un intento de intimidación y solicitaron medidas de protección. La Fiscalía de Puebla abrió una carpeta de investigación, aunque hasta el momento no se han emitido resultados públicos.
El incidente, junto con los despidos y los rumores de sanciones administrativas, generó un clima de temor entre el personal académico. “Hay maestros que no quieren hablar por miedo a represalias, pero las irregularidades están documentadas”, comentó una docente que prefirió mantener el anonimato.
Ante la magnitud del conflicto, la Secretaría de Educación Pública del Estado y el Tecnológico Nacional de México (TecNM) convocaron mesas de diálogo con los distintos actores involucrados.
El pasado 8 de octubre se difundió un comunicado oficial que asegura haber alcanzado “acuerdos que favorecen la continuidad académica y la estabilidad institucional”.
Sin embargo, los estudiantes sostienen que no se ha cumplido ningún compromiso verificable y que las mesas de trabajo no han tenido resultados concretos. Mientras tanto, las clases continúan suspendidas y el calendario académico del semestre se encuentra en riesgo.
El caso del ITSSMT refleja un patrón recurrente en los tecnológicos descentralizados: ausencia de controles efectivos, escasa rendición de cuentas y débil gobernanza interna.
Los institutos tecnológicos, adscritos al TecNM y bajo supervisión de la SEP, tienen manuales y lineamientos que establecen claramente los procedimientos para nombramientos y despidos. Sin embargo, su aplicación varía de un plantel a otro, generando vacíos que facilitan decisiones discrecionales.
Además, la falta de mecanismos de participación estudiantil en los consejos técnicos y la limitada autonomía de los docentes en procesos administrativos han debilitado la confianza institucional.
“Cuando la comunidad educativa deja de confiar en la dirección, no hay infraestructura ni discurso que sostenga la calidad”, comentó un académico consultado.
La crisis del ITSSMT implica tres etapas:
1. Medidas urgentes de seguridad y diálogo: garantizar la integridad de estudiantes y docentes; convocar a una mesa con mediador externo y agenda pública verificable.
2. Auditoría administrativa independiente: una comisión mixta (TecNM, SEP, academia y sociedad civil) que revise los procedimientos de contratación, despido y uso de recursos en los últimos meses.
3. Recomposición institucional: actualización de estatutos, concursos públicos para docentes, rendición de cuentas y participación formal de estudiantes en la vida colegiada.
Estas acciones, no solo atenderían el conflicto actual, sino que darían inicio a fortalecer la cultura de transparencia y legalidad en la educación superior tecnológica en Puebla, que tanta falta hace en esta administración.
El paro del Tecnológico de San Martín Texmelucan no es un hecho aislado ni una simple disputa política. Representa el desgaste de un modelo institucional que requiere modernización, rendición de cuentas y gestión con ética pública y “Por Amor A Puebla”, la designación de perfiles académicos en los cargos de Directores y Rectores.
Mientras no se esclarezcan las acusaciones y no se garantice la seguridad de la comunidad académica, el riesgo es que la educación pierda su eje fundamental: la confianza.
Hoy el Instituto no solo enfrenta la suspensión de clases, sino también el reto de reconstruir su legitimidad ante la sociedad y generar un presente para que la Educación Superior Tecnológca en Puebla, quede en manos de profesionales de la edución con un alto entendimiento de los procesos académicos administrativos y el reto futuro del desarrollo tecnológico en la entidad.
Micuenta en X: @anton_loboo
Correo: antonio.lobo88@gmail.com
UNIVERSIDADES TECNOLÓGICAS EN PUEBLA: Una deuda con la calidad educativa