…Si al final no es ella la elegida para llegar a la boleta, al menos su nombre será tan fuerte, tan pesado, tan difícil de ignorar, que será objeto de una jugosa negociación…
Y no, no lo digo como epitafio político -al contrario-, sino porque hoy la presidenta del Congreso del Estado anunció que deja su curul para asumir la Secretaría de Bienestar en el gabinete de Alejandro Armenta. Y con eso, se movió el tablero completo.
Hoy y mañana, todas las plumas poblanas escribirán lo mismo: que fue una decisión acertada, que Laura tiene tablas, que es operadora nata, que su carrera es impecable. Y sí, no es mentira. La he escuchado hablar en tribuna y tiene algo que ya no abunda en la política: presencia y temple. Pero yo no quiero desgastar letras en lo que todos dirán mañana. Prefiero hablar de lo que es obvio pero que no se puede decir tan abiertamente: Laura Artemisa García Chávez es la carta fuerte de el Gober para 2027.
Pero antes de caer en el clásico análisis de que el gobernador “ya decidió por dedazo”, vale la pena recordar algo: en la 4T ya nada es unilateral. Porque a diferencia de lo que muchos creen, los candidatos no se decidirán por dedazo de Casa Aguayo. Sí, la voz del gobernador pesa, y mucho, pero no es la única. También cuentan —y cuentan fuerte— la voz de la presidenta de México Claudia Sheinbaum y de la dirigente de Morena, María Luisa Alcalde Luján.
Sheinbaum, tiene su favorita en Puebla: Olivia Salomón, hoy directora de la Lotería Nacional, mujer de toda su confianza, técnica, discreta y con una trayectoria empresarial. Alcalde, respalda un nombre y un apellido cercano a su familia: Claudia Rivera Vivanco, exalcaldesa de Puebla y actual diputada federal, con estructura, base social y una narrativa de izquierda que representa a los primeros morenistas.
Entonces, ¿qué hace AA?
Prevé el escenario. Sabe que cuando llegue el momento de definir candidaturas, su decisión no será la única que cuente. Por eso manda a Laura Artemisa a tierra: Sale del círculo de poder —donde ya era conocida, respetada y hasta temida— para ensuciarse los zapatos en el campo, abrazar a la gente y repartir esperanza… o mejor dicho, programas sociales.
Porque no nos hagamos: estar al frente de Bienestar no solo te da contacto con la gente, te da contacto con su necesidad. Y eso, en política, vale oro. Le permitirá repartir despensas, tarjetas, apoyos y abrazos con el sello institucional. Todo perfectamente legal, todo perfectamente comunicable. Nada de promoción anticipada: solo “difusión de actividades oficiales”. El sueño de cualquier estratega.
Si al final no es ella la elegida para llegar a la boleta, al menos su nombre será tan fuerte, tan pesado, tan difícil de ignorar, que será objeto de una jugosa negociación.
Además, el movimiento tiene doble propósito: competir con la oposición y con el dedazo nacional.
Porque aunque en Morena Puebla se sienten cómodos, el panorama se les empieza a mover: Movimiento Ciudadano acaba de absorber buena parte de la estructura priista en el estado, y con ello fortaleció la figura de Fedrha Suriano, diputada local con temple, carácter y tablas, que podría convertirse en la precandidata natural para la alcaldía si se confirma que “toca mujer” (que ya se sabe, pero aún no se dice).
Tampoco es un secreto que en la oposición Susana Riestra y Lupita Cuautle están más activas que nunca, y que una posible alianza PAN–MC, todavía rumor, podría ponerles a sudar el rebozo a los guindas.
Y ojo, no hay que perderse: Laura Artemisa no le compite a José Luis García Parra. Todo lo contrario, son equipo. Ella pavimentaría el camino desde la tierra —literalmente— rumbo al 2027, y él lo recorrerá rumbo a la gubernatura en 2030. Es el mismo proyecto, dos rutas paralelas, un solo destino.
Armenta es un político de manual priista, -aunque se niegue a admitirlo- por eso sabe que debe llegar al 2027 con dos figuras en excelente salud política y sabe que los programas sociales son la fórmula ganadora. Su apuesta con Laura es perfecta:
— Ella ya agotó su ciclo en el Congreso, donde se fogueó, operó y enfrentó crisis mediáticas como la del ciberasedio (que, aunque no la tumbó, sí la raspó).
— Ahora llega a una secretaría donde los reflectores son más amables y la narrativa es más humana: ayudas, programas, rostros, abrazos, cámaras.
— Y todo bajo la bandera de “Bienestar”, el concepto más rentable del lopezobradorismo.
Así que sí: le dieron tierra a Laura Artemisa.
Pero no para enterrarla, sino para sembrarla.
Y si algo sabe hacer la maestra, es hacer crecer lo que toca.
Hasta aquí el chisme, lo viral, el tamal con crema… y también con pasas.
Por Adriana Colchado
Mi cuenta en X: @Tamalito_Rosa
P.D. Aprovecho este espacio para mandarle un saludo a mi amigo T.C. que dijo no perderse mi columna; ahora al menos sé que más de 5 personas me leen y una de ellas no es mi familia.