La Capilla del Rosario en Puebla: Joya del Barroco y Reconocimiento Internacional
La Capilla del Rosario, ubicada en el Templo de Santo Domingo en la ciudad de Puebla, es un ejemplo destacado del barroco novohispano y una de las obras maestras más emblemáticas de México. Construida entre 1690 y 1697, esta capilla ha sido admirada por su impresionante diseño y decoración, que la llevaron a ser considerada como la “octava maravilla del mundo” en su tiempo.
En su primera visita a México en 1979, el papa Juan Pablo II calificó a la Capilla del Rosario como un “relicario de América”, elogiando su esplendor y valor artístico. La capilla destaca por su interior dorado y su rica decoración, que incluye una planta en forma de cruz latina con brazos cortos. La bóveda del techo presenta las tres virtudes teologales rodeadas de follaje, mientras que en la cúpula se representan la Gracia, los dones del Espíritu Santo y un grupo de 16 santas dominicas.
Las paredes de la capilla están adornadas con seis grandes lienzos del pintor José Rodríguez Carnero, que ilustran los Gozos de la Virgen, y un elegante lambrín de azulejos talavera en la parte baja. Otras pinturas en el crucero y un gran fresco en el ábside celebran la vida y el triunfo del Rosario.
Entre los datos curiosos de la capilla se encuentra el hecho de que su construcción duró 40 años, mientras que la iglesia de Santo Domingo, donde se encuentra, data de 100 años antes. La reja que resguarda la capilla fue elaborada por Mateo de la Cruz, un notable herrero poblano que también trabajó en la Catedral de Puebla y la Catedral de la Ciudad de México.
La Virgen del Rosario, conocida como la Santa Patrona de los mares y de los viajeros, se encuentra en la capilla con una corona original y vestidos que cambian con las estaciones. A su alrededor, las columnas representan a los 12 apóstoles y, sobre ella, se sitúan Santo Domingo y el Ángel Gabriel, con la cúpula central mostrando una paloma que simboliza al Espíritu Santo.
El dorado que decora la capilla, hecho de oro de Guanajuato, ha mantenido su esplendor gracias a su alto quilataje. Este oro, traído en polvo de 24 quilates y mezclado con cobre para su laminado, ha permitido que los detalles dorados permanezcan intactos por siglos.
En 1987, la Capilla del Rosario fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, consolidando su lugar como un tesoro cultural y una de las grandes maravillas arquitectónicas del mundo. Su belleza y riqueza han impresionado a visitantes ilustres, incluyendo al naturalista Alexander von Humboldt, quien la describió como una maravilla única.
Datos Curiosos:
- La Capilla fue considerada la 8ª maravilla del mundo por críticos de arte e historia.
- Los detalles en oro incluyen dos quilatajes diferentes: 23.5 quilates en el altar de la Virgen y 21 quilates en el resto de la capilla.
- El oro utilizado en la decoración llegó en polvo de 24 quilates, mezclado con cobre para su procesamiento.
