Las tensiones entre México y Estados Unidos alcanzaron un punto crítico tras la imposición de aranceles del 25% a inicios de febrero a productos mexicanos por parte del gobierno de Donald Trump. Esta medida, que rompió con 30 años de libre comercio bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ha sido justificada por la Casa Blanca con el argumento de que México no está haciendo lo suficiente para detener el tráfico de fentanilo y que, además, existen presuntos vínculos entre el gobierno mexicano y el crimen organizado.
Ante estas acusaciones, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, emitió un mensaje contundente a través de su canal de YouTube el pasado 2 de febrero, en el que rechazó categóricamente las declaraciones de Washington y dejó en claro que México no permitirá injerencias ni medidas unilaterales que vulneren su soberanía.
México responde: rechazo total a las acusaciones
En su mensaje, la mandataria fue enfática:
“Rechazamos categóricamente la calumnia de la Casa Blanca sobre presuntos vínculos del gobierno de México con organizaciones criminales. Así como cualquier intención injerencista en nuestro territorio. La soberanía no se negocia.”
Sheinbaum destacó que el problema del tráfico de fentanilo no es solo responsabilidad de México, sino que Estados Unidos debe asumir su parte en la crisis. La venta ilegal de drogas ocurre en territorio estadounidense, y las políticas de salud pública en ese país han fallado en frenar el consumo de opioides sintéticos.
Además, la presidenta recordó que el propio Departamento de Justicia de EE.UU. ha reconocido que el 74% de las armas que usa el crimen organizado en México proviene de la industria militar estadounidense, lo que evidencia que el problema es de ambos países y requiere una solución conjunta.
“Si en algún lugar existe una alianza con el crimen organizado, es en las armerías de Estados Unidos que venden armas de alto poder a estos grupos criminales. Esto lo demostró la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de EE.UU.”
Las verdaderas causas de la crisis del fentanilo
En su mensaje, Sheinbaum cuestionó la falta de acciones concretas del gobierno estadounidense para frenar el consumo de fentanilo dentro de su propio territorio. Argumentó que, en lugar de señalar a México, EE.UU. debería preguntarse por qué tiene una crisis de adicción tan grave.
También mencionó que el origen de la epidemia de opioides sintéticos en EE.UU. se encuentra en la prescripción masiva de analgésicos por parte de farmacéuticas, una práctica que fue autorizada por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU.) durante años sin una regulación adecuada.
“El fentanilo no solo llega de México. La crisis de opioides empezó con la venta legal de estos fármacos en Estados Unidos. Y aún hoy, siguen vendiendo estas sustancias en farmacias con autorización oficial.”
Además, resaltó que en México se han incautado más de 40 toneladas de drogas en los últimos meses, incluyendo 20 millones de dosis de fentanilo, y se han detenido a más de 10 mil personas vinculadas con el crimen organizado.
Un llamado al diálogo: coordinación sí, subordinación no
A pesar de la tensión, la presidenta mexicana dejó claro que México no busca la confrontación, sino la cooperación basada en el respeto mutuo. Por ello, propuso al gobierno de Trump establecer una mesa de trabajo bilateral con expertos en seguridad y salud pública para abordar el problema de manera integral.
“No es con la imposición de aranceles como se resuelven los problemas, sino con diálogo y cooperación. Si de verdad quieren combatir el narcotráfico, deben empezar por controlar la venta de drogas en sus calles y el tráfico de armas hacia México.”
Finalmente, Sheinbaum aseguró que su gobierno defenderá los intereses del pueblo mexicano y que no permitirá que se vulneren los principios de soberanía nacional.
“El pueblo de México es valiente y digno. Aquí está su presidenta para defenderlo. Esperemos la respuesta de la Casa Blanca, pero siempre con la cabeza fría y el amor al pueblo.”
