La salida de Puebla de la Fundación Mary Street Jenkins fue motivada por la persecución del entonces Gobernador Rafael Moreno Valle, -hoy fallecido-, aseguró en entrevista Virgilio Rincón Salas.

El socio fundador del despacho Rincón, Mayorga, Roman Abogados fue representante legal de la Fundación Jenkins cuando en 2014 su patronato decidió salir de Puebla y trasladar sus operaciones a Jalisco, para finalmente sacar los recursos hacia Barbados y Panamá.

Mediante denuncias, el primogénito de la familia, Guillermo Jenkins de Landa acusó a sus padres y hermanos de apropiarse de un patrimonio de 720 millones de dólares -entre inmuebles e inversiones- que estaba destinado a la beneficencia.

REFORMA publicó que un juez del Estado de México giró orden de aprehensión contra el resto de la familia y que la Fiscalía General de la República (FGR) reabrió el caso para investigación.

En la versión del abogado, ni Gobierno ni sociedad entienden lo que es la Filantropía, además de que el fallecido Gobernador siempre intentó apropiarse de los recursos de la Fundación.

“A mi me tocó litigar con el Lic. Rafael Moreno Valle, él pretendía apoderarse del patrimonio y tomar físicamente las instalaciones de la Universidad de las Américas (UDLAP) -principal beneficiario de la actividad altruista de los Jenkins en Puebla-, fue un ambiente sumamente hostil”, recordó.

Según Rincón Salas, Moreno Valle quiso intervenir a través de la Junta para el Cuidado de las Instituciones de beneficencia del Estado para modificar estatutos de la Fundación y quedarse con su patrimonio.

“Simplemente nos dijo o nos entregan la Universidad o su vida corre peligro y quiero la cabeza del doctor Derbez (rector de la UDLAP)”, dijo al narrar una de las reuniones con el entonces Gobernador.

Su despacho, aseguró, promovió 47 amparos en contra de actos del Gobierno, en los que incluso se reclamó la amenaza de desaparición forzada.

El proceso jurídico terminó en Puebla.

Se le cuestionó al abogado por qué después de trasladar su operación de Puebla a Jalisco, la familia decidió llevar los recursos al extranjero.

Rincón Salas dijo que se dieron los avisos necesarios y se solicitaron los permisos a instancias estatales y federales.

“La motivación (de la salida) se da porque vemos una conducta del Estado mexicano sobre el patrimonio de las fundaciones que no es correcta. Qué causalidad nada más somos nosotros ¿porque no se van en contra de otras fundaciones? Qué casualidad que nomás la Jenkins.

“La Fundación lo que hizo fue proteger su patrimonio y su identidad jurídica”, respondió.

Además, alegó, hay una confusión en México sobre quiénes son los dueños de los recursos.

“Hay una confusión de que el patrimonio de las fundaciones es propiedad del Estado o de la sociedad, y eso es falso, es de los particulares”, señaló.