BROTA EL NEPOTISMO POLÍTICO EN PUEBLA

Por: Editor Moviendo Ideas

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Por @HectorBLN

 

El nepotismo en Puebla es inherente de toda la clase política, pero cuando se descubre a quienes se asumen como impolutos, resulta más indignante por la hipocresía y el doble discurso con el que se conducen.

 

Esto ocurrió con la dirigente estatal de Morena, Olga Lucía Romero Garci Crespo, quien la semana pasada negó que impulse a su hijo Francisco Javier Cuena Romero como próximo candidato a la diputación local por el distrito 24 de Tehuacán.

 

Sin embargo, omitió mencionar que su otro hijo, Arrmando Zavaleta Romero, también busca una candidatura, aunque para regidor del municipio de San Andrés Cholula.

 

La lideresa morenista rechazó que imponga a Cuena Romero en la candidatura, con el quemado argumento de que será “el pueblo” quien lo elija a través de encuestas, aunque defendió que tiene “mucho conocimiento” en temas legislativos.

 

Y qué bueno, ya que aprender era lo mínimo que Cuena Romero podía hacer luego de que fue contratado por el Congreso del estado como asesor, cuando su madre era diputada local por el distrito 25 de Tehuacán y presidenta de la Comisión Inspectora.

 

Olga Romero asumió su diputación en septiembre de 2018 y concluyó su primera gestión el mismo mes de 2021, pero obtuvo la reelección y su nuevo periodo concluiría en septiembre de 2024.

 

En 2022 el entonces gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta la impulsó a la dirigencia estatal de Morena, así que dejó su diputación, pero su hijo continuó cobrando en el Congreso del estado.

 

Aunque desde la dirigencia del partido se diga que “no hay nepotismo” o que se deben exhibir “otros casos”, lo cierto es que hasta junio del año pasado el hijo de Olga Romero cobraba 20 mil pesos al mes por “asesoría jurídica y legislativa”, y los contratos que lo prueban son públicos en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).

 

Si los morenistas no ven el nepotismo, quizás valga la pena recordarles que este se define como: “utilización de un cargo para designar a familiares o amigos en determinados empleos o concederles otros tipos de favores, al margen del principio de mérito y capacidad”.

 

Desde luego que Romero Garci Crespo solo es una de muchos políticos que han aprovechado sus posiciones de poder para beneficiar a su familia.

 

Por ejemplo, la regidora panista María Dolores Cervantes Moctezuma metió a trabajar a su hija al ayuntamiento de Puebla.

 

Se trata de la asesora de imagen Merit Alyss Ortega Cervantes, quien ya había laborado en Sala de Regidores como gestora de redes sociales en la administración de Luis Banck Serrato, luego dejó el cargo y regresó en la actual administración, además de que imparte cursos de maquillaje y vestimenta a particulares.