Con una estrategia de vigilancia permanente y gestión interinstitucional, el Ayuntamiento de Puebla —encabezado por el presidente municipal Pepe Chedraui— ha reforzado la supervisión del Centro Histórico mediante acciones de monitoreo a cargo de la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural, liderada por Aimeé Guerra. Esta dependencia ha establecido una política activa de detección de necesidades y generación de reportes para atender con rapidez problemas relacionados con el patrimonio público, la infraestructura y la calidad de vida de quienes habitan, transitan y trabajan en el corazón patrimonial de la ciudad.
Desde el inicio de la administración municipal, la Gerencia ha desplegado recorridos constantes dentro del polígono declarado como zona patrimonial. Como resultado de esta vigilancia, se han emitido 345 reportes oficiales (folios) dirigidos a diferentes dependencias municipales con el objetivo de canalizar la atención de problemáticas detectadas en campo. Esta dinámica no sólo permite intervenir con rapidez, sino que evidencia un modelo de gobernanza compartida que busca articular áreas como Movilidad e Infraestructura, Servicios Públicos, Seguridad Vial, Seguridad Ciudadana, Gestión Urbana, Limpia y la Secretaría General de Gobierno.
Cada uno de estos reportes responde a necesidades reales y documentadas que abarcan desde la reparación de banquetas y luminarias hasta la atención de zonas inseguras o desordenadas en términos comerciales o de movilidad. En un contexto donde el deterioro urbano y el abandono institucional suelen ser constantes en zonas patrimoniales de otras ciudades, el gobierno de Chedraui parece buscar marcar un contraste claro: un modelo de intervención preventiva y no sólo reactiva.
Este modelo también responde a una apuesta política: posicionar a Puebla capital como una ciudad que respeta, protege y moderniza su patrimonio cultural. En tiempos donde muchas ciudades patrimoniales de México enfrentan saqueos, apropiación indebida de inmuebles históricos, uso desmedido de publicidad, o permisividad con el ambulantaje, el gobierno municipal busca reforzar la figura de una ciudad ordenada y moderna, sin romper con su legado histórico. Este enfoque está en línea con los planes de desarrollo urbano y turístico de la administración, en la que la recuperación del Centro Histórico es clave.
El trabajo de Aimeé Guerra al frente de la Gerencia del Centro Histórico apunta, además, a consolidar un modelo de vigilancia constante e intervención directa. No se trata únicamente de una oficina pasiva que gestiona permisos o supervisa proyectos, sino de un equipo territorializado que detecta anomalías, emite reportes y coordina la acción con otras dependencias. Esto permite intervenir desde problemas menores como baches o grafitis hasta situaciones de seguridad, ocupación irregular de espacios públicos o deterioro estructural de inmuebles.
El Ayuntamiento ha hecho un llamado a la ciudadanía a sumarse a estas tareas de vigilancia y preservación mediante la denuncia ciudadana, ya sea en redes sociales o a través del número 072. Con esto, se abre también una vía de participación directa para vecinos, comerciantes y visitantes, generando una cultura cívica de corresponsabilidad en el cuidado del patrimonio público.