El senador Alejandro Armenta respaldó las críticas de López-Gatell. “Es un problema de salud pública y de seguridad nacional”, dijo.
En conferencia de prensa, el senador Alejandro Armenta reveló los preparativos de la presentación de la Ley de Ingresos 2021, la cual afirmó que se discutirá de forma abierta con los sectores productivos. “Debe de permitir la mayor transparencia para quienes aportan. Son los ingresos tributarios, son los ingresos por remesas y son los ingresos por las rentas petroleras las que constituyen el mayor número de partidas en impuestos, derechos, productos y aprovechamientos”, dijo el presidente de la Comisión de Hacienda.
Cuestionado sobre la posibilidad de nuevos impuestos, Armenta Mier reconoció que desde el inicio de la actual administración el compromiso ha sido no más impuestos, ni que se incrementen los que ya existen. Sin embargo destacó que en medio de pandemia se ha revelado el “costo económico” de las comorbilidades asociadas al Covid-19 (obesidad, diabetes o hipertensión) por el consumo de comida chatarra.
“Es necesario que el costo económico de atender la salud de niños obesos, adolescentes con enfermedades crónicas como la diabetes y de adultos mayores con enfermedades desencadenadas desde la niñez y la juventud, es un costo para el país, es un problema de salud pública y es un problema de seguridad nacional”, dijo Armenta.
“Debemos estar ya pensando en poder establecer y repartir cargas presupuestales”, agregó. “Estas empresas o cambian sus fórmulas, así lo digo textualmente, o camban sus fórmulas para elaborar alimentos con altos contenidos de sodio y de azúcares añadidas, o tendrán que pagar un mayor impuesto, como sucede en otros países”.
Anticipó que en el actual escenario, el país necesitará ingresos para una población envejecida y jóvenes con problemas de obesidad y de diabetes en 20 o 10 años. “Lo que sí tenemos que comentar, y hay una plena coincidencia con el Subsecretario Hugo Gatell, es en la carga que está representando el alto concentrado de alimentos con cargas de sodio, con cargas de grasas saturadas y con cargas de añadidos de azúcar”, reveló.
Insistió en que deberá existir “una corresponsabilidad” con las refresqueras y empresas de comida chatarra como en el caso del etiquetado frontal, el cual -dijo- va a “cumplir con la función gubernamental de informarle al ciudadano que, en su libertad de consumo, está teniendo un hábito de consumo que le puede generar problemas crónico-degenerativos hasta la muerte”.