En la contienda por la alcaldía de Monterrey, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha decidido sumar fuerzas estratégicas para enfrentar a Mariana Rodríguez, con Adrián De la Garza a la cabeza de su campaña. El coordinador de esta estrategia será nuevamente Federico Vargas, quien ya desempeñó este rol en las elecciones de 2015 y 2018.
Sin embargo, la novedad en esta campaña es la inclusión de Alejandra Sota, reconocida asesora política que trabajó con Felipe Calderón y fue parte importante de la campaña de José Antonio Meade en 2018. Sota se impuso sobre Mentor Tijerina, estratega previo de De la Garza, y ahora tendrá el desafío de enfrentar a Mariana Rodríguez en una elección que se espera sea intensa y disputada.
El ingreso de Sota a la campaña del tricolor fue impulsado por Francisco Cienfuegos, quien ha ganado peso en el entorno de Alejandro Moreno Cárdenas, líder nacional del PRI.
Desde el inicio, la campaña está marcada por un clima de confrontación y hostilidad que aumentará con el transcurso de los días. Detalles como el rechazo en el War Room de De la Garza al fotógrafo Carlos Bravo, que antes trabajaba para MC, subrayan esta tensión.
Sota tiene la misión de crear un mensaje que pueda contrarrestar el impacto de Mariana en las redes sociales. Uno de los primeros debates en el comando electoral es si De la Garza debería adoptar una postura crítica hacia Mariana o mantenerse por encima del conflicto que ha dominado la política local en los últimos meses.
El registro de De la Garza como candidato fue inusualmente relajado en comparación con campañas anteriores, ya que llegó al trámite acompañado de su familia, incluida su madre.
Estas decisiones estratégicas demandan esfuerzos adicionales, ya que en el Frente se sostiene la idea de que el aspecto territorial de la elección favorece al exalcalde.
La contienda por la alcaldía de Monterrey promete ser intensa y la presencia de Sota en la campaña del PRI añade un elemento estratégico importante en la lucha por el poder en esta ciudad clave del país.