El periodista Ciro Gómez Leyva (Ciudad de México, 67 años) recibió dos avisos cerca del mediodía del martes. El primero, en torno a las 12; el segundo, dos horas más tarde. Las dos personas que atentaron contra su vida el 15 de diciembre de 2022 habían sido condenadas a prisión. Héctor Martínez Jiménez, El Bart, el autor material del intento de asesinato, recibió 14 años de cárcel; mientras que Pedro Gómez Jaramillo, Pool, fue condenado a 12 años por bloquear el paso al periodista durante el atentado fallido. Aquella noche de diciembre, una moto con dos personas a bordo le persiguió por las calles de Coyoacán, al sur de Ciudad de México, a su salida del informativo de la noche. Le adelantaron y uno de ellos disparó. Su coche, blindado, paró las balas. Aquellos dos muchachos eran El Bart y Pool, pero las investigaciones derivadas del suceso apuntaron a otras 12 personas más.

El periodista asume ahora que tuvo mucha suerte de sobrevivir aquellos disparos. “Tú tomas la decisión de tratar de seguir viviendo o de reducirte. Yo decidí tratar de seguir viviendo”, cuenta en entrevista telefónica con este diario desde Madrid, la ciudad a la que decidió marchar unos meses atrás. Durante la conversación, afirmará que la sentencia no le llegó por sorpresa, y reflexionará sobre quién pudo dar la orden del atentado fallido.

Pregunta. ¿Cómo le llegó la información de la resolución?

Respuesta. La conocí en el momento que la dictó el juez. La primera, la de Pool Pedro, hacia las 12 del mediodía, hora de México; y un par de horas después, la del Bart, la de Héctor Martínez. Pero aquí es importante decir que estas sentencias son producto de un acuerdo entre ellos, los acusados –y ahora sentenciados–, con nosotros. Pidieron el juicio abreviado, que es el reconocimiento de la culpa, a cambio de recibir la pena mínima que marca el Código Penal en la Ciudad de México. Se concretó a finales de marzo, con los plazos que se dieron a conocer el martes. Entonces, para nosotros no fue ninguna sorpresa. Necesitábamos que todo esto lo formalizara un juez en una audiencia y eso fue lo que ocurrió. Sabíamos que había un acuerdo que el juez no tenía forma de modificar.

P. O sea, ¿la esperaba?

R. Pues no solo la esperaba, sino que fue producto de un acuerdo. Ellos son los que solicitaron el procedimiento abreviado, y estaba en la Fiscalía y en mí concedérselos o no. Se los concedimos y ahí acordamos la pena. Ellos querían unos pocos años. No había muchos meses o años más en la sentencia [de diferencia]. Por ejemplo, para El Bart el plazo máximo eran 14 años y creo que nueve meses. Entonces, en realidad, lo que se le redujo en la sentencia fue los nueve meses. En el caso de Pool Pedro, dos años.

P. ¿Queda satisfecho de algún modo con la resolución?

R. Como te digo, fue producto de un proceso largo iniciado por ellos. Ellos son los que nos pidieron a nosotros concederles la posibilidad de ir al procedimiento abreviado. Esto empezó en abril del año pasado, cuando ellos se acusaron ante el Ministerio Público. Si algo no hubo, en síntesis, fue sorpresa. Nosotros sabíamos desde marzo que la sentencia para un uno era de 14 años y de 12 para el otro. Ellos tienen el derecho hasta el último momento de desistirse y echarse para atrás. Eso hubiera sido la sorpresa.

P. Las dos sentencias se suman a las de otras mujeres que se llevaron a cabo el año anterior.

R. De las 14 personas acusadas por el ataque, cinco mujeres, más los dos hombres, ya recibieron sentencia. En el caso de las mujeres, como su acusación era por asociación delictiva, las sentencias fueron menores y, con el tiempo que ya llevan en la cárcel, salieron de inmediato [a mediados del año pasado].

P. ¿Cree que aún queda algo en el camino en estas investigaciones?

R. Sabemos que hay una mujer que pidió ir al juicio completo. Ese juicio tomará su tiempo, veremos qué es lo que ocurre. De los ocho hombres, dos ya fueron sentenciados, otros cinco han solicitado el procedimiento abreviado –de hecho ya están programadas sus audiencias–, se van a llevar a cabo en el curso de los próximos 30 días, y si ellos no cambian de parecer, no cambian de opinión, pues ya sabemos también de cuánto serán sus sentencias.

Y faltaría una persona, que sabemos que también ha solicitado el juicio abreviado, Armando Escárcega, El patrón, jefe de todos ellos, pero no se lo hemos concedido. La Fiscalía y la víctima, en este caso yo, no hemos decidido todavía concederle el procedimiento abreviado.

P. En 2023 pidió que la Fiscalía General de la República (FGR) se encargara de la investigación. ¿En algún momento pensó que el caso podría haber quedado impune?

R. Sí, siempre piensas eso, y fueron las razones por las cuales entre julio y septiembre del 2023 le pedí a la FGR que se hiciera cargo del procedimiento. Yo agradezco lo que hizo la Fiscalía de la Ciudad de México. Sentí que estaban atoradas las cosas; y agradezco enormemente el trabajo que ha hecho la FGR. Ahora lo que tenemos son una serie de fallos jurídicos, que son las acusaciones que ellos mismos se hacen. ¿Eso que están contando es la verdad? No lo sabremos nunca. Lo que sabemos es que es muy probable que se tengan pronto las sentencias de todos ellos; pero, en realidad, ¿los contrataron el Cartel Jalisco de esa manera? Ahí entramos ya en el terreno de la verdad histórica.

P. Hay titulares que acusan directamente al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG). ¿Se puede afirmar de manera tan rotunda?

R. No lo sé. Ellos, desde abril del año pasado, se acusaron con esta versión de que había sido el CJNG, que se fueron a entrenar a un campamento en Ciudad Guzmán [Jalisco]. Eso de alguna manera ya estaba contado. ¿Esto ocurrió? No lo sé. Es lo que cuentan y de una manera muy orquestada por todos ellos.

¿Qué es el CJNG? ¿Es una estructura vertical que da una orden y se obedece sin ningún cuestionamiento, sin ningún reparo? ¿Es una franquicia? ¿Es la versión que necesitaban contar ellos para irse de esto con penas de entre 12 y 14 años? Eso entra dentro del terreno de especulación. La verdad legal apunta a que se obtendrá la mayor parte de las sentencias, y que las personas que se autoacusaron, que son ellos, dicen, en diferentes niveles, que la instrucción vino del CJNG o de Nemesio Oseguera [El Mencho, líder de la organización criminal]. Pero eso es lo que dicen ellos y es lo que han aceptado declarar para obtener estas sentencias.

P. En un tuit del martes, agradecía la participación del entonces secretario de Seguridad de Ciudad de México, Omar García Harfuch [ahora en el Gobierno nacional].

R. Claro, el ataque fue el 15 de diciembre de 2022 y menos de un mes después, las investigaciones de la Policía de Omar García Harfuch llevaron a la detención de 13 de las 14 personas, entre ellas las dos personas sentenciadas [El Bart y Pool]. Ellos fueron, con el equipo de Inteligencia de Milton Morales –por cierto, asesinado el año pasado en Coacalco– quienes hicieron ese trabajo. Yo tenía dudas, como puede tener cualquier persona, de si los detenidos en realidad eran los culpables. Y sí fueron. Ellos mismos lo reconocen y se acusan. De ahí mi gratitud al entonces secretario de Seguridad de la Ciudad de México y su equipo.

P. Cómo se vive día a día tras una situación de este tipo.

R. Pues tratando de vivirlo de la mejor manera posible. Ante un hecho así, en el cual yo tuve mucha, mucha suerte –no solo no me mataron, sino que no me lesionaron–, tomas la decisión de tratar de seguir viviendo o de reducirte. Yo decidí tratar de seguir viviendo. Y son ya dos años y medio así. Y creo que lo he conseguido al día de hoy y ojalá lo pueda seguir haciendo.

P. El Bart afirmó el año pasado que volvería a hacerlo. ¿Ha sentido miedo?

R. El miedo siempre está ahí y sé que cuando estoy en México vivo en un país muy peligroso y muy violento, y que si en verdad es el CJNG quien está detrás de esto, nunca sabré si consideraron suficiente lo que hicieron o si lo van a volver intentar. El miedo siempre está ahí. Pero antes de ese miedo, repito, tú tomas la decisión, te escondes, o tratas de seguir viviendo. Mi esfuerzo ha sido evitar que sea un miedo que me paralice, un miedo que me llene de rencores, de agravios. Soy un periodista que ha trabajado los temas oscuros, difíciles de la política y de la sociedad, y tenía un margen de riesgo. Nunca pensé que fuera tan alto. Sigo haciendo el mismo periodismo que antes del atentado y, si tengo suerte, voy a tratar de seguir haciéndolo una temporada más.