Rechaza rumores de un regreso al tricolor ante la crisis desatada por Alito. El cálculo en favor del canciller.
La aparición de Elba Esther Gordillo en el programa televisivo “La silla roja” alentó especulaciones al interior de la 4T, fundamentalmente por entender que la “Maestra” podría estar cimentando el camino para un regreso al PRI, en un momento en que el tricolor atraviesa una crisis de alta magnitud por las hilarantes llamadas telefónicas de Alejandro Moreno Cárdenas reveladas por el gobierno de Layda Sansores.
Desde su entorno directo aseguran que Gordillo ya cortó definitivamente con el PRI y que ahora comenzará a cimentar una estructura de apoyo a la candidatura de Marcelo Ebrard, sin ir más lejos el acto del canciller en Guadalajara semanas atrás fue diseñado por Gordillo y ejecutado por su operador tapatío, Tomás Vázquez, figura muy ligada al movimiento magisterial.
Tiene lógica además porque Gordillo ya no tiene sintonía con los actores de este momento del tricolor. Está enfrentada a Moreno Cárdenas pero también a José Murat, Enrique Peña Nieto, Miguel Ángel Osorio Chong y Rubén Moreira. No hay refugio al cual regresar.
Gordillo prefiere jugar sus fichas en la interna de la 4T, donde el SNTE parece tener mayor sintonía con Claudia Sheinbaum. Así las cosas, la ex jefa sindical apuesta su poder de operación política con el canciller, a quien en la entrevista dijo “querer mucho”.
Estos movimientos son supervisados y alemntados por Jesús Valdés Peña, principal organizador del War Room del canciller y ex embajador en Haití.