Han transcurrido más de 20 días desde que Emiliano Navarro y Kevin Enciso desaparecieron en altamar, sumiéndose en un misterio que angustia a sus familias y que ha dejado un vacío en la comunidad marítima. “Queremos ser escuchados, queremos que nos devuelvan a mi hermano, vivo o muerto. Necesitamos regresarlo a su tierra”, exige Fernanda Navarro, hermana de uno de los marinos.
Desde temprana edad, Emiliano Navarro Martínez anhelaba con fervor formar parte de la Marina. Su determinación por ser parte de las Fuerzas Armadas Mexicanas lo llevó a perseguir su sueño, convencido de que la Secretaría de Marina era “la mejor institución de México”, como recuerda su hermana mayor.
“Él soñaba con ser parte. Cuando él estaba en la secundaria le comentó a mi madre que ya no quería ser soldado, quería ser marino. Él siempre muy ilusionado nos decía que la Marina era lo mejor que tenía México”, relata Fernanda Navarro.
Emiliano, con tan solo 22 años y casi dos años de servicio, ya formaba parte de operaciones en altamar en diversos estados de la República. Sin embargo, fue durante una operación el 6 de marzo en Lázaro Cárdenas, Michoacán, que el helicóptero en el que se disponía a viajar con otros siete compañeros se partió a la mitad, precipitándolos al mar. Tres personas perdieron la vida, tres sobrevivieron al impacto, y dos marinos continúan desaparecidos: Emiliano Navarro y su compañero Kevin Jesús Enciso Rodríguez, de 21 años de edad.
“Tenían 10 días en altamar. Estaban en un operativo arriba de un buque. La misión que tenían era interceptar lanchas que contenían alguna sustancia ilícita. Lo único que sabemos es que cuando ellos se despliegan del helicóptero es porque se tenía un reporte de dos lanchas que iban cargadas”, describe Fernanda Navarro, hermana mayor del marino desaparecido.
La información y esclarecimiento por parte de la Secretaría de Marina ha sido escasa, con omisiones y retrasos que han dejado a las familias sin respuestas claras sobre lo que sucedió aquel día fatídico. “Ellos se elevan y en cuestión de minutos esta cae, no se sabe el motivo, no sabemos si es un accidente o qué fue lo que pasó”, relata.
Más de 20 días han transcurrido desde que Emiliano y Kevin se encuentran desaparecidos en altamar. Según estimaciones de la Secretaría de Marina compartidas con los familiares, la aeronave podría estar sumergida entre mil 600 a 2 mil 700 metros de profundidad, lo que complica la localización de los cuerpos.
“Entre marinos nunca se abandona“, afirmaba Emiliano a su familia sobre su trabajo, y esas palabras resuenan ahora con pesar en la mente de Fernanda. “Desgraciadamente es lo que sentimos que están haciendo con él”, refiere.
Mientras la Secretaría de Marina asegura que continúan las búsquedas para recuperar los cuerpos de los dos jóvenes desaparecidos, los días se acumulan sin que las familias tengan claridad sobre la causa del accidente y cómo se llevará a cabo el rescate en esa profundidad submarina.
Los dos marinos sobrevivientes al impacto del helicóptero han comunicado a las familias que desconocen la razón por la cual la nave se destruyó, ya que perdieron el conocimiento durante el incidente. Indicaron que Emiliano y Kevin no lograron liberarse de los cinturones de seguridad, lo que sugiere que podrían estar dentro de los restos de la aeronave.
“La información que sabemos es muy pobre. Hay cosas muy imprecisas y que no cuadran. Ya estamos desesperados, mi familia se fue a la Ciudad de México, siguen haciendo protestas”, explica Fernanda Navarro. Originarios de Jalisco, sus familiares se han trasladado al centro de la capital para manifestarse frente a Palacio Nacional, exigiendo el apoyo del presidente.
Esta no es la primera vez que la familia Navarro demanda apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador. Hace dos semanas, se encontraron con él en Manzanillo, Colima, donde el mandatario prometió atender de inmediato el caso.
En un video compartido por la familia, se escuchan los reclamos de María de los Ángeles Martínez, madre de Emiliano, al presidente López Obrador. “Él dio su vida por el país”, clama en lágrimas. “Ahora mismo voy a hablar con el almirante que voy a ver en Acapulco. Hoy mismo le voy a decir. Vamos a atenderles“, fue el compromiso del presidente desde el pasado 16 de febrero.
La incertidumbre y la angustia marcan los días sin Emiliano y Kevin. Sus familias claman por respuestas claras, por acciones concretas que les permitan cerrar este doloroso capítulo y honrar la memoria de dos jóvenes comprometidos con el servicio a su país.
Vía Eme Equis
