Golpe a Adán Augusto: Sheinbaum frustra aspiración de Andrea Chávez

Claudia Sheinbaum frena la campaña anticipada de Andrea Chávez y manda mensaje directo a Adán Augusto López

Por: Adriana Colchado

@tamalito_rosa

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Claudia Sheinbaum frena la campaña anticipada de Andrea Chávez y manda mensaje directo a Adán Augusto López: o pasa ley anti-nepotismo o tu “corcholata” no será gobernadora.

La pugna interna en Morena acaba de escalar a un nuevo nivel. Desde Palacio Nacional, durante su conferencia de prensa matutina, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, puso un alto rotundo a la campaña anticipada que venía promoviendo la senadora por Chihuahua, Andrea Chávez Treviño, una de las figuras más fuertes del bloque de Adán Augusto López Hernández, exsecretario de Gobernación y actual senador.

La controversia no es menor. De acuerdo con estimaciones de diversos medios y análisis de especialistas, la campaña no oficial de Andrea Chávez habría superado ya los 15 millones de pesos, que incluyen espectaculares, bardas, publicidad en redes sociales, y una serie de eventos públicos en Chihuahua.

Además, el Partido Acción Nacional (PAN) presentó a principios de abril una denuncia formal contra Andrea Chávez ante la Fiscalía General de la República (FGR), acusándola de al menos 15 delitos electorales y penales, relacionados con estas actividades.

Empresario ligado a Adán Augusto que recibió contratos por 2,500 mdp de gobierno, es quien “donó” las unidades médicas que recorren Chihuahua con la cara de Andrea Chávez

Uno de los puntos más graves que destacó el PAN en la denuncia, fue el uso de vehículos propiedad del empresario Fernando Padilla Farfán, para las llamadas caravanas de la salud que Andrea Chávez ha estado promoviendo en Chihuahua. De acuerdo con la denuncia, Padilla Farfán ha recibido aproximadamente 2,500 millones de pesos en contratos de gobiernos morenistas, lo que ha levantado fuertes sospechas sobre un posible uso de recursos públicos y triangulación de apoyos para beneficiar la campaña adelantada de Chávez.

La tensión entre Sheinbaum y el grupo de Adán Augusto no es nueva. A finales de 2024, Adán Augusto utilizó su bancada en el Senado para descarrilar el nombramiento de la preferida de Sheinbaum para la presidencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), y posteriormente frenó la entrada en vigor en 2027 de la ley anti-nepotismo, una de las reformas estrella de la presidenta, que buscaba blindar las designaciones en el servicio público.

En el círculo de poder se sabe que aunque Sheinbaum y Adán Augusto portan el mismo guinda, no son del mismo grupo político, pues el ex aspirante a la presidencia aún mueve los hilos del país desde su curul en el senado, para favorecer a su aún jefe, el ex presidente Andrés Manuel López Obrador.

La maniobra de Sheinbaum contra Andrea Chávez se interpreta como un “ajuste de cuentas” estratégico y una vendetta personal contra uno de los que le dio la espalda aquella tarde en el zócalo para tomarse una fotografía con Andy López Beltrán. Y es que si llegase a demostrarse legalmente que Andrea Chávez incurrió en promoción anticipada, podría ser hasta inhabilitada para ser candidata. La presidenta quiere frenar la promoción de “corcholatas” prematuras del grupo morenista opositor, rumbo a las elecciones de 2027, año clave donde se renovarán 9 gubernaturas, incluyendo la de Chihuahua.

Tan se trata de una venganza por las iniciativas que Augusto le frenó a Sheinbaum desde el senado, que durante su pronunciamiento en el caso Chávez, la presidenta recordó que la ley anti-nepotismo debería ser aplicada desde 2027 y no desde 2030, como el senador operó para que se postergara. Dijo:

“Tiene que haber reglas, no se debe adelantar nada. Por ejemplo, ya salió publicado que no hay nepotismo para cargos de elección popular. En la constitución salió que hasta el 2030, pero la presidenta de Morena planteó que sería en 2027; pues yo creo que eso ya debería de aprobarse… no es ninguna orden, es una sugerencia de una militante bajo licencia.”

Esta decisión también es leída como una respuesta política al “fuego amigo” que ha caracterizado la relación con el exsecretario de Gobernación. Adán Augusto, desde el Senado, se ha convertido en un operador de la disidencia dentro de Morena, articulando alianzas con gobernadores y legisladores locales, particularmente en el norte del país, donde busca tejer una red de apoyo para su proyecto presidencial a largo plazo.