Los demócratas creen que Trump busca evitar que el militar mexicano dé información comprometedora. Designaciones clave.
La retirada de los cargos contra el general Salvador Cienfuegos en Estados Unidos no es un giro sorprendente para la cúpula del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. LPO reveló que una pesquisa sobre el patrimonio del militar detenido en Los Ángeles, y ordenada por la 4T, había arrojado una falta absoluta de movimientos sospechosos.
En paralelo, el titular de la Sedena Luis Crescencio Sandoval se negó a retirar a altos oficiales cercanos a su antecesor en el cargo. Una resistencia que se vio acompañada de fuertes críticas internas contra la DEA, que fue la agencia que investigaba a Cienfuegos Zepeda.
El golpe más grande que arroja la caída del caso es en Estados Unidos. LPO pudo conocer que en el equipo de transición de Joe Biden hay por estas horas un fuerte malestar ante el pronto envío a México del militar acusado de supuesta asociación con el narcotráfico.
La decisión del fiscal William Barr expone fuertemente a la DEA y le da fuerza a aquellos generales mexicanos que hablan de ya no cooperar con la agencia antidrogas.
Cerca del presidente electo entienden que Donald Trump envía a México al general para evitar que el general retirado le dé información al nuevo gobierno que, a futuro, pueda terminar generándole problemas legales a Trump. El anuncio sobre Cienfuegos coincide con un movimiento en el staff de Biden directamente relacionado con la seguridad.
Este martes se conoció que Mike Donilon y Thomas Richetti serán asesores permanentes de la Casa Blanca de Biden. El dato clave es el de Donilon que será el hombre de Biden para todo lo referido a seguridad e inteligencia, de hecho este funcionario será el encargado de buscar los perfiles para la conducción de la CIA.
Tal como señaló esta redacción, Trump está demorando la transición en materia de inteligencia y seguridad porque no quiere darle información a los demócratas: teme que la terminen usando en su contra. Cienfuegos podía ser una carta de presión de Biden respecto a una relación bilateral que se está anticipando compleja ya desde el presente actual, en el que AMLO es uno de los tres líderes mundiales que todavía no reconoce a Biden.
La decisión del fiscal William Barr expone fuertemente a la DEA y le da fuerza a aquellos generales mexicanos que hablan de ya no cooperar con la agencia antidrogas y limitar ese apoyo solo al ámbito de la Guardia Nacional.