En medio de una ola de violencia, desapariciones y pobreza, México se encuentra en una nueva controversia nacional: la presencia de la banda sinaloense en las playas de Mazatlán. Mientras el país enfrenta graves problemas sociales y políticos, las quejas de turistas extranjeros por la música de banda interpretada en las playas han desatado una ola de indignación en redes sociales y medios de comunicación.
Con 182 mil muertes violentas y casi 50 mil desaparecidos en lo que va del sexenio, según cifras de la consultora TResearch, y más del 36% de la población viviendo en la pobreza, México tiene motivos de sobra para preocuparse. Sin embargo, lo que realmente ha irritado a muchos mexicanos es la petición de ciertos hoteleros para que se prohíba a las bandas sinaloenses tocar en las playas de Mazatlán.
Las redes sociales se han llenado de argumentos en defensa de la libertad de las playas y en apoyo a las bandas que buscan ganarse la vida en un país con altos índices de desigualdad y violencia. Algunos incluso han comparado esta defensa de la banda sinaloense con una “resistencia territorial ante la gentrificación”, llegando a llamarla el “nuevo punk”.
A pesar de los graves problemas que enfrenta México, como la violencia, la pobreza y la migración, la controversia por la música en las playas ha captado la atención nacional. Mientras tanto, el país sigue lidiando con incendios forestales, desigualdades sociales y una polarización política creciente.
En medio de todo esto, los mexicanos muestran su enojo y su patriotismo ante lo que consideran un ataque a su cultura y sus tradiciones. Mientras el país se debate entre múltiples crisis, la controversia por la banda sinaloense en la playa se ha convertido en el foco de atención nacional.
Vía El País
