EL EFECTO CIENFUEGOS: MILITARES DE ALTO RANGO CANCELAN VACACIONES EN ESTADOS UNIDOS

Por: Admin

COMPARTE:

Facebook
X
WhatsApp

“El que esté libre de traficar drogas, que haga un viaje a Disney”, es el chiste negro que se cuenta entre los militares, tras la detención del general Cienfuegos en EU. La plana mayor del Ejército ha comenzado a guardar sus visas.

Por Redacción EMEEQUIS

 

EMEEQUIS.– Decenas de las familias más poderosas dentro del Ejército mexicano han comenzado a cancelar sus vacaciones decembrinas del otro lado del Río Bravo, tras el sorpresivo arresto del general Salvador Cienfuegos, extitular de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Se trata principalmente de familias de generales de brigada, generales brigadier, coroneles y tenientes –los grados más poderosos dentro de las Fuerzas Armadas– quienes temen que al pisar suelo estadounidense se enteren que el Departamento de Justicia les tiene guardada una orden de aprehensión por cargos relacionados con el narcotráfico.

Las cancelaciones de último momento –faltan 75 días para el fin de año– se conocieron en la tropa porque, en el Ejército mexicano, todo personal que desee vacacionar fuera del territorio nacional debe informar a sus subalternos y solicitar permiso por escrito a su superior, así como contar con la aprobación de un subsecretario de la Defensa Nacional.

A la hora de escribir este texto, una cantidad inusual de peticiones de vacaciones en el extranjero fueron canceladas por los propios peticionarios, quienes han preferido guardar sus visas americanas hasta nuevo aviso, mientras tratan de adivinar si habrían sido nombrados en los casos por delincuencia organizada que se investigan en el extranjero.

“¿QUIÉN QUIERE VIAJAR A DISNEY?”

Las vacaciones canceladas de los militares más ricos y poderosos del país también fueron comentadas en los grupos de Whatsapp, en los que participan militares que han denunciado actos de corrupción al interior del Ejército mexicano. Aseguran que sus cambios de planes para Navidad y Año Nuevo son un ejemplo de que la participación de altos mandos en la estructura de protección al crimen organizado es un secreto a voces.

“El que esté libre de traficar drogas, que haga un viaje a Disney”, fue el chiste mordaz que apareció en varios de esos grupos de Whatsapp. “Próximo requisito para ganarte un ascenso: ve a Los Angeles y regresa”, es otro. “Soldado, tienes una misión suicida: vete a Nueva York y me traes un recuerdito”.

Las vacaciones canceladas han tenido otro efecto inesperado: el grupo cercano al titular de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, ha comenzado a estudiar movimientos inusuales de parte de la plana mayor del Ejército para ubicar quiénes estarían más nerviosos tras el arresto del general Salvador Cienfuegos el jueves pasado y aislarlos de los cargos de mando, como sugirió el presidente Andrés Manuel López Obrador.

DOS GENERALES, UN SOLO PUESTO

Para nadie es sorpresa que el secretario Luis Cresencio Sandoval no formaba parte del círculo íntimo del exsecretario detenido en Estados Unidos y que, en los días de la transición del gobierno de Enrique Peña Nieto al de Andrés Manuel López Obrador, Salvador Cienfuegos propuso al presidente electo una lista de sus sucesores que no incluía al actual titular de la Defensa Nacional.

“El general Salvador Cienfuegos nunca quiso que su puesto se lo quedara el secretario Luis Cresencio Sandoval. Quería a uno de los suyos ahí, tal vez tratando de cubrirle la espalda. Ahora es tiempo de que el general secretario de la Defensa Nacional ubique a ese círculo cercano que iba a proteger al general Salvador Cienfuegos y lo separe del Ejército”, señaló a EMEEQUIS una de las fuentes consultadas.

Apenas se conoció la noticia del arresto del general Salvador Cienfuegos en Los Angeles, California –por petición de la agencia antidrogas estadounidense, la DEA–se desató un “terremoto” en las oficinas y en las unidades habitacionales de las Fuerzas Armadas.

El general Salvador Cienfuegos, de 72 años, es un hombre que, en general, tiene buena reputación dentro del Ejército mexicano: propios y extraños le reconocen su estilo sobrio y mano firme para liderar a las Fuerzas Armadas, así como para defender a los suyos cuando en el sexenio de Enrique Peña Nieto los militares fueron acusados de graves delitos, como las  ejecuciones extrajudiciales en los casos Tlatlaya y Ayotzinapa.

Para miles de soldados, el general Salvador Cienfuegos es la razón por la cual se concretaron cientos de ascensos en el Ejército mexicano, se mejoraron los salarios de militares y se ampliaron beneficios, como becas en universidades privadas y seguros de gastos médicos mayores.

Para otros, el general en retiro representa la continuidad de una tradición perniciosa que premia a los que se doblegan ante el poder y castiga a quienes se rebelan ante una cadena de mano que ordenaba a los militares de más bajo rango participar en actos ilícitos, como el trasiego de droga o el ataque desproporcionado a grupos del crimen organizado, mientras a otros apenas se les tocaba.

EL OPERADOR FINANCIERO DE LOS BELTRÁN LEYVA

Esta opinión dividida también marca una brecha entre los militares que siguen el caso que radica en la Corte del Distrito Este de Brooklyn, en Nueva York, donde el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, también espera su destino.

Mientras su círculo cercano tiembla de miedo al pensar en los nombres que saldrán en el juicio contra el general Salvador Cienfuegos por presuntamente colaborar y recibir sobornos millonarios por parte del cártel “H2”, ligado a los hermanos Beltrán Leyva, otros festejan que, por fin, un militar de alto rango caiga por asociarse al crimen organizado, como no sucedía desde 1997 con el arresto del “zar antidrogas”, el fallecido general Jesús Gutiérrez Rebollo.

Los cuatro cargos criminales que se le imputan al exsecretario con Enrique Peña Nieto pintan un escenario oscuro para quien fuera el militar de más alto rango en el sexenio anterior: no solo habría permitido la operación del cártel, sino que habría sido el cerebro financiero de complejas operaciones de lavado de dinero que dieron millones de dólares a los viejos aliados de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Los que celebran la caída del extitular de la Defensa Nacional cuentan otro chiste amargo: “Si amas a tu general, déjalo ir. Si regresa es tuyo, si no… era del narco”.

 

@emeequis