Más de 30 voluntarios participaron en la limpieza de siete templos antes de temporada de turismo religioso
Con el objetivo de preservar la belleza y el valor patrimonial de los recintos religiosos de la ciudad, el Ayuntamiento de Puebla, bajo la administración del presidente municipal Pepe Chedraui Budib, implementó una jornada intensiva de limpieza en diversos templos emblemáticos de la capital poblana. Esta acción forma parte de una estrategia integral de embellecimiento urbano y fortalecimiento del turismo cultural.
La intervención fue liderada por el Organismo Operador del Servicio de Limpia (OOSL), en coordinación con 30 voluntarias y voluntarios que se sumaron de forma entusiasta y comprometida a esta labor ciudadana. El operativo incluyó tareas de barrido manual, recolección de residuos, retiro de maleza y limpieza profunda de banquetas y zonas peatonales en los atrios de algunos de los templos con mayor afluencia turística y local.
Los espacios intervenidos fueron:
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Templo de La Compañía
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Templo de Santa Mónica
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Templo de El Carmen
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Templo de Analco
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Catedral de Puebla
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Parroquia Santa Teresita del Niño Jesús
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Parroquia de San José
Estas labores se realizaron en vísperas de una temporada de alta afluencia turística, lo cual convierte esta acción en una medida preventiva y estratégica para mejorar la experiencia de quienes visitan la ciudad, ya sea por motivos religiosos, culturales o turísticos.
Desde el OOSL, se destacó que el mantenimiento de estos espacios no sólo tiene una función estética, sino que también responde a una lógica de preservación del patrimonio histórico y de mejora de la calidad urbana para las y los habitantes de Puebla. Con esta medida se busca consolidar a la capital como un referente turístico tanto a nivel nacional como internacional, impulsando una imagen de orden, limpieza y hospitalidad.
Pepe Chedraui, actual alcalde de la capital, ha puesto énfasis en devolverle a Puebla su carácter de ciudad limpia y ordenada. Esta jornada responde también al compromiso de su administración por mantener en óptimas condiciones los espacios públicos, especialmente aquellos que reflejan la riqueza histórica, cultural y espiritual del municipio.
La participación de voluntarios también refuerza el carácter colectivo de la acción, recordando que el cuidado de la ciudad es tarea de todas y todos, especialmente en una ciudad cuya arquitectura religiosa es parte fundamental de su identidad.