Mario Riestra ha lanzado una campaña de bacheo contra Pepe Chedraui, criticando que en 100 días solo se taparon 36 baches diarios, mientras Acción Nacional evita confrontar al gobernador Alejandro Armenta. Existen sospechas de que pactos políticos del PAN con el poder estatal incluyan entregar San Andrés Cholula en 2027.
Al interior de Acción Nacional hay preocupación por que la oposición de su dirigente parece estar enfocada exclusivamente en la capital poblana y no en el estado en su conjunto. Mario Riestra Piña, excandidato a la alcaldía de Puebla y actual líder del panismo en la entidad, ha dirigido sus críticas de manera puntual hacia el alcalde morenista José Chedraui Budib, con quien compitió y perdió en las elecciones del 2 de junio. Sin embargo, el PAN ha sido notoriamente menos crítico con el gobernador Alejandro Armenta, lo que ha generado dudas entre algunos grupos de militantes sobre la autenticidad de su rol opositor.
De acuerdo con fuentes de este portal, Riestra habría llegado a un acuerdo con el gobierno estatal para ser una oposición dura frente a Pepe Chedraui, pero no contra Armenta. Este pacto implicaría diversos compromisos, como presuntamente evitar la apertura de cuentas públicas relacionadas con la gestión de su esposa en la Secretaría de Educación Pública (SEP) y comprometer el voto de su hermana, la diputada Susana Riestra, en el Congreso del Estado.
Además, la mayor preocupación de estos grupos que que parte de estos supuestos acuerdos incluyan la imposición de candidatos débiles en municipios donde actualmente gobierna el blanquiazul. El caso más emblemático es San Andrés Cholula, donde la actual alcaldesa, Lupita Cuautle, asumió el cargo tras su esposo, Edmundo Tlatehui. La relación entre Tlatehui y Riestra es tensa, y se teme que la alcaldía sea entregada a Morena en 2027.
En los últimos días, Mario Riestra ha impulsado una campaña mediática centrada en el problema de los baches en la capital poblana, acusando a Chedraui de ineficiencia en el mantenimiento vial. No obstante, esta crítica no se manifestó durante las administraciones panistas de Eduardo Rivera y Adán Domínguez, cuando la situación también era grave.
La estrategia de oposición de Riestra ha sido respondida con dureza por Chedraui, quien lo acusó de politizar temas de infraestructura y seguridad con fines partidistas.
La pregunta central sigue en el aire: ¿por qué el PAN se focaliza en Chedraui y no en el gobierno estatal? Mientras algunos ven en Riestra a un crítico severo, otros dentro de sus mismas filas sugieren que su papel es más bien parte de un acuerdo político de conveniencia.