LA ECONOMÍA EN PUEBLA ESTÁ DORMIDA

Por: Admin

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@Moviendoideas

 

El mejor lugar para estudiar, para trabajar y vivir: ese era Puebla. Empresas, universidades, desarrollos inmobiliarios, en fin, un crecimiento acelerado que convirtió al Estado en un destino anhelado por muchos. Y, aunque, no todo lo que sube tendría porqué bajar, Puebla cumplió de manera fatídica con esta ley universal. Y fue así como el sueño de los gobiernos panistas duró poco.

Hoy, Puebla ni siquiera está dentro de las 15 entidades con mejores condiciones para cautivar inversiones. Son Estados como Aguascalientes, Nuevo León y Coahuila los más preparados para atraer y retener talento e inversión; esto de acuerdo con datos de un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en colaboración con la Fundación Friedrich Naumann (FNF). Este análisis evalúa diversos factores como las condiciones del mercado laboral, la infraestructura, indicadores relativos a la vivienda y los servicios básicos, así como la percepción de las empresas privadas respecto al marco regulatorio.

En este sentido,  Puebla está dentro de las entidades donde más del 70% de los trabajadores se encuentra en la informalidad, lo que nos conduce a un menor nivel de productividad. En cuanto a vivienda, aquí es donde existen mayores proporciones de viviendas con carencia de servicios básicos. Y, por si fuera poco, entre 40% y 65% de las empresas privadas perciben el marco regulatorio de la entidad poblana como un obstáculo para cumplir los objetivos de su negocio. Y como estas cifras hay más, pero mejor ahí le paramos porque con esto, al rato ni los OXXO se van a querer instalar, y  ya no vamos a ver lo duro sino lo tupido.

Adiós al sueño de algunos panistas, hola a una de las pesadillas de las que a muchos ya les urge despertar.

 

 

PUEBLA Y EL AGONIZANTE CAMINO DE LA COMPETITIVIDAD

Puebla cayó dos escalones más en el Índice de Competitividad Estatal (ICE) 2022. De 32 lugares, el Estado se encuentra en la posición 25, lo que quiere decir que se ubica en la zona media-baja, y si el ritmo continúa así, seguramente en los próximos años estará en la categoría de competitividad baja. Para la elaboración de este estudio se tomaron en cuenta 72 indicadores, categorizados en 10 subíndices.

Y hay malas noticias para el Estado ya que son pocos los avances y muchos los retrocesos en el camino de la recuperación y el desarrollo sostenible. Uno de los subíndices en el que Puebla resalta es el Sistema político y destaca no por sus buenos resultados, sino todo lo contrario, son funestos, ya que ocupa el penoso último lugar.

Esto quiere decir que los poblanos consideran que existe corrupción estatal y en partidos políticos, que además hay varios obstáculos que les impiden el libre tránsito a los candidatos independientes. Es tanto su descontento que ya no quieren salir a votar y les importa muy poco la información de finanzas públicas; padecen de una enfermad muy común del siglo XXI: el desinterés.

Con esto se comprueba porque el sistema, desde hace un par de años, no es estable ni funcional; con poca participación ciudadana y con rendiciones de cuentas que no son del todo transparentes.

Y esto es sólo una pequeña parte de todo lo que mide el ICE, no en balde estamos en los últimos lugares.

Hay mucho por hacer y explorar para que Puebla pueda por lo menos figurar en la carrera.