Se encontraron seis entierros primarios y dos secundarios, con al menos 20 individuos, así como suelas de zapatos, botones de ropa y una cruz de metal. (Foto: INAH)
Especialistas detallaron que los restos hallados en el Templo de San Francisco se remontan a los años de 1862 y 1867, época en la que México se enfrentó a la invasión francesa
La Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunciaron que en el Templo de San Francisco en Puebla se localizaron “seis entierros primarios y dos secundarios, con al menos 20 individuos”, de estos destacó el caso de un “hombre con una herida de bala en el hueso iliaco y el hallazgo del propio proyectil que lo hirió”.
Se sabe que el templo que se encuentra en el Centro Histórico de Puebla fue uno de los fuertes más importantes durante la guerra entre México y Francia. La información se dio a conocer el martes 22 de marzo de 2022 a través de un comunicado del INAH.
Además, en el documento se explicó que desde enero la Secretaría de Cultura federal, junto con un equipo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología, se encuentran realizando “acciones de salvamento arqueológico en este inmueble, (…) los cuales en su mayoría podrían estar relacionados con las epidemias decimonónicas y, especialmente, con la época de la invasión francesa y el imperio de Maximiliano de Habsburgo, entre 1862 y 1867″.
El investigador del Centro INAH Puebla, Manuel Melgarejo Pérez, informó que se pudo llegar a esa conclusión gracias a los datos resultantes de los trabajos arqueológicos, históricos y de antropología física. “El hallazgo se registró durante el seguimiento que realiza el INAH a las obras que lleva a cabo la Secretaría de Cultura del Gobierno de Puebla en el sitio”.
También se indicó que el Templo de San Francisco ha sido un lugar relevante desde su construcción, pues a pesar de que a mediados del siglo XVIII comenzó siendo una capilla de un colegio jesuita, debido a los conflictos bélicos por los que empezó a atravesar el país, pronto se convirtió en “un hospital provisional, prisión e incluso fue escenario de la resistencia mexicana durante la Intervención Francesa”.
El especialista recalcó que gracias al descubrimiento del individuo masculino con la herida de bala en su hueso iliaco izquierdo y del proyectil, “se teoriza que el hombre falleció en plena guerra contra Francia”.
Respecto a este encuentro, la antropóloga física Lizbeth Chicas Martínez, señaló que “este debió fallecer debido a un impacto en el abdomen, ya que seguramente atravesó órganos importantes, y por la época era poco probable que una persona sobreviviera con un proyectil dentro del cuerpo”.
Asimismo, se localizaron otros materiales como suelas de zapatos, botones de ropa y una cruz de metal que una mujer debió portar como collar, los cuales se estima corresponden a la segunda mitad del siglo XIX. De igual manera el historiador del Centro INAH Puebla, Jesús Joel Peña Espinosa, indicó que “el Templo de San Francisco Javier fue usado como fortificación por los combatientes republicanos tras el avance francés sobre los fuertes de Loreto y Guadalupe, en 1863″.
Se expuso que a través de los trabajos en campo y los análisis en laboratorio se seguirá analizando a los demás cuerpos que fueron encontrados, de esta manera se podrá determinar el sexo, la edad y otras características de los individuos. “De acuerdo con el grupo de expertos, el cual también es asesorado por el antropólogo físico del Centro INAH Puebla, Zaid Lagunas Rodríguez, se observa que de los seis depósitos primarios, cinco son masculinos y uno femenino”.
Por los estudios que se han realizado, la antropóloga física Chicas Martínez dijo que se puede afirmar que los cuerpos hallados son de adultos que “al menos, sobrepasaban los 25 años al momento de fallecer”.
Este descubrimiento es una gran oportunidad para que expertos y expertas puedan conocer más acerca de las prácticas funerarias de siglos anteriores. Por el momento se detalló que “se aprecia que la mayoría de los entierros en posición anatómica primarios manifiestan haber tenido ataúdes”.
No obstante, el historiador Joel Peña Espinosa remarcó que también se encontró a un “hombre que yacía debajo del transepto norte, cuyo entierro únicamente estaba delimitado con cal, de allí que se cree que murió antes de 1850, año a partir del cual se tiene registro del uso habitual de féretros para las inhumaciones en la ciudad de Puebla”.
De igual forma, se dio a conocer que en un depósito se encontraron individuos menores de 15 años, lo cual “plantea la posibilidad de que allí existiera un altar dedicado a un santo vinculado con la niñez”. Los expertos afirman que antes era común que las personas pidieran ser enterradas debajo de los pilares de las iglesias para que “simbólicamente continuaran sosteniendo a los templos”
Finalmente, se señaló que para darle un tratamiento adecuado a los restos humanos y a los materiales hallados, se instalará un laboratorio en el Templo de San Francisco Javier.
Vía: INFOBAE