Una investigación exhaustiva realizada por funcionarios estadounidenses revela un trasfondo turbio de posibles conexiones entre altos funcionarios mexicanos, incluidos confidentes cercanos del presidente Andrés Manuel López Obrador, y los cárteles de la droga. Documentos y fuentes confiables señalan reuniones secretas, intercambios millonarios y hasta videos comprometedores en poder de los cárteles.
Estados Unidos nunca llevó a cabo una investigación formal sobre López Obrador, y aunque los informantes revelaron información inquietante, no encontraron vínculos directos entre el presidente y los cárteles.
Uno de los relatos destacados es el encuentro de un confidente con Ismael Zambada García líder del cartel de Sinaloa, antes de la elección de 2018. Además, se menciona un pago de 4 millones de dólares a aliados de López Obrador por parte de un fundador del cartel de los Zetas después de las elecciones.
Las acusaciones no se detienen ahí. Se sugiere que los cárteles poseen videos de los hijos del presidente manejando dinero de la droga, una afirmación que López Obrador ha negado rotundamente. Sin pruebas directas, se rastrearon pagos a allegados de López Obrador, incluso durante su encuentro en Sinaloa en 2020 con “El Chapo“.
Esta no es la primera vez que López Obrador enfrenta acusaciones de este tipo. Una investigación previa de la DEA reveló donaciones millonarias de traficantes a su campaña presidencial en 2006, aunque esta investigación también se cerró sin cargos.
Para Estados Unidos, presentar cargos contra un alto funcionario extranjero es complicado y raro. Construir un caso contra López Obrador sería particularmente desafiante, considerando las implicaciones diplomáticas que podrían surgir. En el pasado, EE. UU. retiró cargos contra un alto funcionario mexicano después de una crisis diplomática.
López Obrador ha calificado las acusaciones como “completamente falsas“, afirmando que no afectarán las relaciones entre México y Estados Unidos. Sin embargo, queda la incertidumbre sobre la confianza que el gobierno mexicano puede tener en su vecino del norte.
Las investigaciones continúan, pero la sombra de la duda persiste sobre los vínculos entre el poder político y el crimen organizado en México.
Con información de The New York Times.
