Omar Álvarez: “No existen condiciones para un aumento en el transporte público”
El secretario de Movilidad y Transporte del gobierno de Puebla, Omar Álvarez Arronte, ha reafirmado que el costo del pasaje en el transporte público permanecerá sin cambios a pesar de las demandas de los concesionarios de incrementar la tarifa debido al aumento de los precios de los combustibles. La tarifa actual, de 8.50 pesos por viaje, se mantiene desde octubre de 2019, cuando se incrementó en 2.50 pesos, y seguirá vigente hasta diciembre de 2024, cuando termine el actual sexenio de Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
Transportistas Unidos Región Valsequillo Independiente han sido de los principales grupos que exigen un ajuste tarifario, argumentando que el costo del diésel y las refacciones ha aumentado considerablemente desde el último ajuste. Sin embargo, el gobierno estatal ha decidido congelar cualquier cambio en la tarifa, citando la inestabilidad económica y el impacto que tendría en los bolsillos de los ciudadanos, especialmente en un contexto de aumento de la inflación y del costo de la canasta básica. Aun cuando el salario mínimo ha aumentado, estos costos hacen inviable el alza solicitada por los transportistas.
En 2019, el transporte público de Puebla pasó por un aumento significativo en el que la tarifa pasó de 6 a 8.50 pesos, una decisión que, según Álvarez Arronte, fue fruto de un análisis integral que incluyó el compromiso de los transportistas de modernizar sus unidades. A pesar de este compromiso, la modernización prometida sigue sin cumplirse en su totalidad, lo que ha generado críticas hacia los concesionarios.
El gobierno de Puebla ha señalado que, aunque el aumento del combustible afecta a toda la cadena de suministros, incluyendo los precios de la canasta básica, el impacto en el transporte público no puede ser trasladado directamente a los usuarios. Omar Álvarez afirmó que “no existen las condiciones para un aumento”, y que cualquier cambio en las tarifas debe ser producto de un análisis cuidadoso que contemple tanto el bienestar de los transportistas como el de los ciudadanos.
Mientras tanto, los concesionarios continúan insistiendo en un ajuste, con propuestas que sugieren un aumento de hasta 12 pesos por pasaje, cifra que, de implementarse, sería una de las más altas del país. Sin embargo, el gobierno ha dejado claro que cualquier decisión de este tipo quedará en manos de la próxima administración.