Asesinato de Sergio Cruz Nieto desata protesta frente al Congreso de Puebla; acusan a la diputada Araceli Celestino y su hermano David
El 17 de enero de 2025, Sergio Cruz Nieto, activista indígena nahua y miembro del colectivo “Unidad por Coyomeapan”, fue asesinado brutalmente en Tehuacán, Puebla. Sujetos armados a bordo de una motocicleta le dispararon en más de diez ocasiones cuando circulaba en su camioneta sobre la calle Valsequillo, a la altura del bulevar José María Morelos y Pavón, cerca del Instituto Tecnológico de Tehuacán. Los impactos de bala, en tórax y cabeza, le causaron la muerte inmediata.
Tres meses después, la indignación se trasladó a la capital del estado. Habitantes de Coyomeapan bloquearon la circulación en la la calzada Ignacio Zaragoza, a un costado del Congreso del Estado, exigiendo justicia y señalando como autores intelectuales del homicidio a la diputada federal Araceli Celestino Rosas y a su hermano David Celestino exalcalde de Coyomeapan, quienes han sido denunciados en múltiples ocasiones por presuntos actos de represión política y cacicazgo en la región.
El conflicto en Coyomeapan no es nuevo. Desde el trienio pasado, la comunidad se encuentra inmersa en una lucha política que ha dejado muertos, presos y una creciente persecución contra activistas. La familia Celestino ha sido señalada como parte de un cacicazgo que intentó perpetuarse en el poder municipal. En contraste, Sergio Cruz Nieto y la Unidad por Coyomeapan lograron establecer un gobierno local independiente, encabezado actualmente por un integrante de su movimiento.
El asesinato de Sergio ocurre en este contexto de lucha por la autonomía y la defensa de los derechos de los pueblos originarios.
“Exijo que se esclarezca el asesinato de mi esposo, porque sé a quienes es culpa culpar, sé quienes son los culpables porque hay evidencia…mi esposo era contador público, era una persona que se dedicaba a cuidar a la gente a ver por los derechos de la gente más humilde”,
denunció Xóchitl Martínez Zárate, viuda del activista, en la protesta de este 9 de mayo frente al Congreso de Puebla. Además detalló que existen pruebas de que el hermano de la diputada hizo un gesto amenazante contra su esposo —simulando con la mano una pistola— en un encuentro que tuvieron en una tienda Sam´s.
#Municipios 🚨 Sergio Cruz, activista de #Coyomeapan, fue asesinado con 10 balazos en enero de este año. Su viuda y su comunidad exigen justicia afuera del @CongresoPue y señalan a la diputada @AraceliCR_Mx y su hermano David como responsables.pic.twitter.com/VKxmC1loDq
— Moviendo Ideas (@moviendoideas) May 9, 2025
Sin respuesta de la Fiscalía, pero con respaldo social
A pesar de que la Fiscalía General del Estado no ha emitido avances sustanciales en la investigación, las más de 2 mil personas acompañaron el funeral del activista en Coyomeapan hace más de tres meses, siguen ‘a pie de lucha’ exigiendo respuestas.
Organizaciones nacionales e internacionales también se han pronunciado. La ONU-DH México condenó el asesinato y señaló que Sergio era defensor de derechos humanos, parte del colectivo Unidad por Coyomeapan, y había solicitado protección tras múltiples incidentes de seguridad. La Oficina expresó su preocupación por la inacción del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, ya que la solicitud no fue atendida.
Coyomeapan pide intervención directa del gobernador Alejandro Armenta
Durante la manifestación en la calzada Zaragoza, los habitantes de Coyomeapan hicieron un llamado urgente al gobernador Alejandro Armenta, solicitando su intervención directa, así como un posicionamiento público ante el asesinato del activista. Aunque reconocieron que ha habido disposición al diálogo por parte del Ejecutivo estatal, exigen una investigación real y autónoma.
El caso de Sergio Cruz Nieto es el reflejo de cómo la violencia política sigue cobrando vidas en las regiones indígenas de Puebla. La lucha de Coyomeapan sigue viva, ahora con más fuerza, impulsada por el dolor de una viuda, el coraje de una comunidad y el clamor de justicia que retumba en el Congreso del Estado.
El cacicazgo de los Celestino
Desde hace más de una década, la familia Celestino Rosas ha ejercido un férreo control sobre el gobierno municipal de Coyomeapan. A través de una rotación de poder entre hermanos y allegados —David Celestino, la diputada Araceli Celestino y su cuñado Rodolfo García López— han consolidado un cacicazgo político que opera con mecanismos de coacción y violencia.
Diversos testimonios y organizaciones han señalado prácticas como el uso de recursos para la compra de votos, campañas de intimidación y represalias sistemáticas contra voces críticas. En este contexto, se han registrado detenciones arbitrarias, agresiones físicas y amenazas contra líderes indígenas y defensores comunitarios. La situación escaló durante el reciente proceso electoral, cuando Clarissa Reyes Olaya, postulada por el grupo afín a los Celestino, fue exhibida por presuntamente apoyar a grupos armados que amedrentaban a pobladores.