Desde Baja California, un instrumento de alta tecnología está preparado para responder ante los destellos más enigmáticos y poderosos del cosmos.

Por: Rocío Rios

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3 de marzo de 2025

El Telescopio COLIBRI: La Mirada Rápida y Precisa al Universo Violento

En las remotas alturas de la Sierra de San Pedro Mártir, en Baja California, donde el cielo parece más cercano y las estrellas se sienten al alcance de la mano, el telescopio COLIBRI está listo para desplegar su aguda mirada sobre el universo. Desde finales de 2024, este instrumento robótico ha estado aguardando silenciosamente, montando guardia para captar los rastros de algunos de los fenómenos más violentos y misteriosos que ocurren en el espacio: los destellos de rayos gamma.

Con una capacidad de rotación asombrosamente rápida, el telescopio COLIBRI puede apuntar al cielo en menos de 20 segundos, lo que le permite capturar el resplandor fugaz y altamente energético de eventos cósmicos como la muerte de estrellas masivas o la colisión de estrellas de neutrones, fenómenos que, a su vez, originan agujeros negros.

El telescopio es el fruto de una colaboración franco-mexicana que comenzó a tomar forma en 2009, con la misión de desentrañar algunos de los secretos más profundos del universo. Gracias a este instrumento, los científicos han comenzado a comprender mejor los destellos de rayos gamma, los cuales son generados por explosiones tan energéticas que alteran la estructura misma del espacio-tiempo.

Lo que hace aún más fascinante a COLIBRI es su capacidad para estudiar la creación de elementos químicos pesados como el oro y el platino, cuya formación se asocia a cataclismos astronómicos de gran magnitud. Estos elementos, forjados en los momentos más extremos del universo, se desplazan a través del espacio en forma de luz, y COLIBRI aprovecha su resplandor para arrojar luz sobre el origen de los elementos que componen no solo nuestro planeta, sino también las estrellas y planetas en el universo lejano.

Además de su labor científica, COLIBRI también juega un papel crucial en el estudio de la estructura del universo a gran escala. Aprovechando que los destellos de rayos gamma provienen de distancias colosales y son increíblemente brillantes, los elementos pesados que se crean en estos eventos sirven como faros cósmicos que permiten a los astrónomos medir y estudiar las grandes distancias y estructuras del cosmos.

El telescopio COLIBRI se encuentra ubicado en el Observatorio Astronómico Nacional San Pedro Mártir, un sitio privilegiado en el corazón de la sierra, un parque nacional desde 1947. En este remoto lugar, rodeado de bosques de coníferas, la ciencia y la naturaleza conviven, y la astronomía se hace a la par de un programa de conservación para proteger al cóndor de California, una especie en peligro de extinción. En una zona del parque se lleva a cabo un esfuerzo para proteger a las crías de cóndor nacidas en cautiverio, en el Zoológico de Chapultepec en la Ciudad de México, a más de 2,800 kilómetros de distancia.

Así, entre la luz de las estrellas y la labor de conservación de especies, COLIBRI no solo es una ventana a los fenómenos más extremos del universo, sino también un símbolo de la conexión entre la investigación científica y la preservación de la naturaleza en la Tierra. Con cada nueva observación, este telescopio sigue revelando los secretos de los destellos cósmicos y, tal vez, en un futuro cercano, nos ayudará a comprender mejor la naturaleza misma del universo.

Fuente: Observatorio Astronómico Nacional San Pedro Mártir