Los profesionales de verificación independientes ya no serán los encargados de identificar el contenido falso en Meta.
Meta ha dado un giro radical en su sistema de moderación de contenidos al anunciar el reemplazo de los fact-checkers, quienes han trabajado desde 2016 en la verificación de información en Facebook, Instagram y Threads. Según Mark Zuckerberg, los verificadores independientes serán sustituidos por un sistema de notas comunitarias similar al implementado por X (anteriormente Twitter).
El fin de los fact-checkers en Meta
Los fact-checkers, profesionales certificados por redes como la IFCN (International Fact-Checking Network) y la EFCSN (European Fact-Checking Standards Network), tenían como función principal revisar contenidos para clasificarlos según su veracidad. Su labor incluía etiquetas como “falso”, “parcialmente falso”, o “falta contexto”, lo que ayudaba a Meta a restringir el alcance de publicaciones engañosas o inexactas.
No obstante, Zuckerberg argumentó que este modelo “ha sido demasiado parcial políticamente y ha destruido más confianza de la que ha generado”. Por ello, Meta decidió finalizar este programa tras nueve años de operación, comenzando en Estados Unidos para luego extenderlo globalmente.
El proceso de verificación tradicional de Meta
El programa de fact-checking de Meta se basaba en la colaboración con más de 100 verificadores independientes. Una vez que un contenido era revisado, Meta aplicaba restricciones según la etiqueta asignada, reduciendo la difusión de publicaciones falsas o alteradas. Además, se imponían sanciones a perfiles reincidentes, como la pérdida de acceso a monetización o publicidad.
Este sistema tenía como objetivo proporcionar contexto adicional al usuario y combatir la desinformación, sin limitar la libertad de expresión.
El nuevo enfoque: Notas comunitarias
Con el cambio anunciado, Meta adoptará un sistema de notas comunitarias que otorga a los usuarios la responsabilidad de verificar información. Las personas interesadas deberán registrarse y ser aprobadas por Meta, tras lo cual podrán escribir y calificar notas que ofrezcan contexto adicional a las publicaciones.
El objetivo es garantizar que las notas sean imparciales, requiriendo consenso entre usuarios con diferentes perspectivas. Meta asegura que no intervendrá en la creación ni en la selección de las notas, en un intento de fomentar la libertad de expresión.
Reacciones y críticas
La decisión de Meta ha generado una oleada de críticas por parte de los organismos de fact-checking y especialistas en desinformación, quienes consideran que este cambio podría abrir la puerta a la propagación de contenido engañoso. Por otro lado, algunos usuarios aplauden el enfoque comunitario como una forma de democratizar la moderación de contenidos.
Este giro estratégico marca una nueva etapa para Meta, que ahora confía en su comunidad para combatir la desinformación en sus plataformas. Sin embargo, el tiempo dirá si este sistema es efectivo o si, por el contrario, exacerba los desafíos en la lucha contra las noticias falsas.