Sora y el desafío de OpenAI: promesas incumplidas, competencia creciente y tensiones con artistas
Cuando OpenAI presentó Sora a principios de este año, generó grandes expectativas en la comunidad tecnológica y creativa. La compañía, reconocida por avances como DALL·E y su capacidad de generar imágenes con un sorprendente nivel de realismo, parecía lista para revolucionar el ámbito de la creación de videos generativos. Sin embargo, a medida que el 2024 llega a su fin, Sora sigue sin estar disponible para el público y enfrenta una polémica que pone en entredicho la estrategia de la empresa liderada por Sam Altman.
La promesa incumplida
Tras mostrar avances iniciales, OpenAI prometió que Sora estaría disponible este año. Sin embargo, Altman explicó en un foro de Reddit que los recursos de la compañía han sido priorizados para actualizar modelos ya existentes, retrasando el lanzamiento de nuevos productos como Sora. Kevin Weil, jefe de producto, añadió que perfeccionar el modelo y garantizar su seguridad requiere una capacidad de cómputo que, en este momento, es limitada.
Mientras tanto, la competencia no se ha quedado de brazos cruzados. Herramientas como Gen-3 Alpha de Runway han ganado notoriedad, desplazando a OpenAI del liderazgo que parecía asegurado en el ámbito de generación de videos.
Artistas alzan la voz
Pese al retraso, algunos artistas han tenido acceso anticipado a Sora, empleándolo para proyectos como el anuncio de Toys”R”Us. Sin embargo, no todos están satisfechos. Un grupo de creadores protestó recientemente, acusando a OpenAI de utilizar su colaboración como una estrategia de “lavado de arte”. Según declararon en Hugging Face, OpenAI les prometió ser probadores iniciales y socios creativos, pero aseguran que la empresa los está explotando al no remunerar su trabajo.
“Estamos proporcionando mano de obra gratuita a una empresa valorada en 150.000 millones de dólares”, afirmaron, destacando que todo el contenido generado con Sora debe ser aprobado por OpenAI. Como acto de protesta, filtraron temporalmente el acceso al modelo, el cual estuvo disponible durante tres horas en una página web pública. Esto llevó a OpenAI a suspender el acceso incluso a los usuarios autorizados.
¿Qué sigue para Sora?
El futuro de Sora es incierto. Aunque OpenAI podría adelantar su lanzamiento o restablecer el acceso limitado, hasta ahora no ha dado declaraciones claras sobre sus próximos pasos. La controversia, combinada con el retraso, plantea dudas sobre la capacidad de OpenAI para mantener su posición en un mercado cada vez más competitivo y sobre su relación con la comunidad artística que alguna vez fue su aliada.
Sora, que prometía ser una herramienta revolucionaria, parece ahora un ejemplo de cómo las grandes expectativas pueden convertirse en decepciones. La pregunta es si OpenAI logrará retomar el liderazgo o si su retraso marcará el inicio de una nueva era liderada por otras compañías.