El día que Don N se enteró de los muertos de #Atlixco

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El martes por la noche el grito en la marranera fue brutal.

‘Es una estúpida, no puede permitir muertos en este momento y luego después de lo de Querétaro’ Habría gritado el Don.

‘Estaré en boca de todos, me compararan seguro con el mafioso de Kuri o el jorobado de Morelos’ Remató mas encabronado.

Unos minutos después llegó Ariad acompañada del Durazo de Atlixco, Toñito H.

Ella Intentó saludar al Don.

Pero recibió un gesto de fastidio.

Dame el parte – le dijo- mientras pedía su café con Stevia y un par de conchas con nata.

‘Se trató de un ajuste de cuentas entre narcos. Los de Morelos se enfrentaron a los grupos de la zona, están involucrados los chipileños que se sienten sicilianos. 9 muertos, seis hombres y tres mujeres, uno más fue herido de muerte y fue trasladado al hospital, pero me dicen que es cuestión de horas para que entregue el equipo’

El Don pidió otra concha y la sopeó con su cafecito.

¿Y tú Toño traes lo mío?

Por supuesto Don -respondió- y puso junto a él una maleta.

El Durazo poblano sabía la importancia de no chingarse un peso, eso significaba tener siempre un huesito.  Y todo perro callejero necesita uno.

El Don le pidió a Naranjo que contará los billetes.

‘Ya sabes como es este cabrón, siempre cuenta mal y a su favor’ señaló.

Don N se acomodó en su amplia silla de piel color negra.

Dejo su concha por unos minutos y enfurecido les dijo: ‘Ahora que chingaos vamos a hacer’

La lluvia de ideas comenzó.

-Y si escondemos los cuerpos como lo hizo cabecita de algodón en Michoacán.

-Y si decimos que aquí no paso nada y que los vinieron a tirar del estado donde gobierna el jorobado.

– Y si mejor decimos que son del Atlas y se encontraron casualmente con la porra del Querétaro.

-Y si se los llevamos al pozolero para que los desaparezcan

-Podemos decir que es culpa de Moreno Valle

-Si decimos que se trata de santería.

-Mejor los tiramos al desagüe del CERESO

-También podemos decir que son huehues, que borrachitos se dispararon al bailar sin control ‘La Chona’

Don N movía la cabeza en señal de negación.

Segundos después seguía moviendo la cabeza en señal de negación.

Varios segundos después seguía haciendo lo mismo.

Fue cuando Naranjo se dio cuenta que la concha y la nata se le habían atorado en la garganta a su patrón.

Unas palmaditas en la espalda solucionaron el problema.

Sofocado Don N les gritó: Son unos idiotas, lárguense.

Hey…Naranjo ¿qué hora es? -gritó-

La hora que usted diga, Don -respondió titubeante-

Eres un pendejo – le dijo-

El Don se quedó solo, contó su billete y volvió a sopear su concha.

 

 

Mi cuenta en tuiter: @soprano_tonny

Columna ficciòn